Hola
Por experiencia trabajando con adolescentes en el sistema de protección, te diría que dejaras la denuncia como último recurso. Si deciden separarla de ti, y el padre no se hiciera cargo, la acogerían en un hogar de protección. Llegado ese caso, da por perdida la relación con tu hija en un buen tiempo. Depende el perfil de los otros menores, el sexo, las drogas, las fugas… Estarán a su alcance sin que puedas hacer nada
Creo que la situación te está pidiendo que te hagas fuerte t cojas tú las riendas. Límites claros, independientemente de lo que diga o haga. No le permitas un solo golpe más, si llega a intentarlo, sujetala con fuerza y con toda la firmeza y amor del mundo le dices claro que sabes que rlla cree que tienes la culpa de todo, pero que no le vas a permitir que te falte al respeto. Establece algún sistema en el que gane o pierda privilegios tales como que le recargues el móvil, usar la wifi, bono del bus, que le laves la ropa, que le des algo de paga acorde a la economía… En base a algunos objetivos. Pide ayuda para que te puedas empoderar como su madre que eres.
Yo sí creo que está cogiendo el rol de su padre y te trata como él, ella es una adolescente y no está siendo demasiado consciente, así que el trabajo que tr tienes que hacer para que eso pare, viene de ti.

Te resumo mi historia… mi hija empezó con sus pinitos así a los 15… para los 16 me denunció a los servicios sociales porque no se sentía segura en casa y abandono. He estado toda mi vida con ella y la he criado sola, no trabajé fuera de su horario de colegio hasta sus 15 años. Me dediqué íntegramente. Pasé dos meses enteros de evaluaciones, fue terrible. Y como servicios sociales no le dio la razón, empezó a fugarse, a robar, fumar etc etc. Cada día era una peor y más grande. Tantas veces tuve que hablar con la policía ese año… destrozaba a quien se le acercaba. Acusaiolaciones de violaciones falsas, acoso, problemas en el colegio, etc etc etc. Hasta ellos tiraron la toalla y la quisieron echar. Curiosamente servicios sociales la salvó, porque dictaminaron que era una adolescencia muy rebelde y que no había de qué preocuparse porque yo no le estaba haciendo nada… no ayudaron en nada absolutamente nada. Nunca me pegó, pero yo dormía encerrada en la habitación por dentro. Temblaba si sonaba el teléfono o tocaban el timbre. Nunca sabías qué podía ser, siempre sabías que la había liado y a ver cómo salías de eso. Una noche se fue por la ventana a casa de unos vecinos y dijo que se había tomado un cocktail de pastillas, la analítica dio que se había tomado como mucho un par de paracetamol. Otra a la 1 de la mañana viene la policía por un aviso de menor secuestrado… porque le dije que no podía ir a casa de su amiga a esas horas. Cada vez, se registraba toda la casa, cada vez nos tocaba a todos pasar por las preguntas de la policía, cada vez se hacía un atestado…cada vez se enteraban todos los vecinos… y yo cada vez me hundía más.

Nunca entendí qué desató todo eso, me desvivi por ella y le di todo, emocional, todo lo material que considere necesario, tiempo, dedicación… para mí el término adolescencia muy rebelde se quedaba corto. Nadie hizo nada, y yo no pude. Para ese entonces tenía tal depresión y estaba medicada hasta las orejas, no podía sostener la vida, así que durmiendo y drogada estaba mejor. Dejé de comer, de ducharme, de arreglar la casa, de vestirme, de levantarme…y desde el sitio más oscuro, doloroso y horrible que he estado nunca después de que mi cabeza me dijera tantas veces que lo mejor era dejar de existir, un día contacté con una psicóloga que semana a semana consiguió que pudiera salir de donde estaba.
Han pasado 3 años, aún no estoy bien, aún duele horrores, aún no entiendo nada… pero ya no vivo con ella y mi vida no es una emergencia constante. Me vuelvo a levantar cada día y a ducharme siempre que puedo, perdí un diente por no lavarmelos ni ir al dentista. Simon no podía. Ahora vuelvo a trabajar y no, no soy feliz, no sé ser feliz cuando has pasado por eso y la niña de tus ojos ya no está más en tu vida. Pero bueno, al menos siento algo de calma y espero algún día poder sanar esto.

Yo no pude denunciarla, no pude hacer ni una sola cosa en contra de ella. No podía hacer algo que tuviera consecuencias a largo plazo en su vida… pero no sé si esa es la solución la verdad.

Todo esto para decirte que no va a parar y va a crecer y crecer hasta que tú le pongas el límite. No sé cuál es ese límite, yo no la mandé con su padre por motivos parecidos a los tuyos,porque prefería que ella me destrozara a mí antes que su padre le hiciera algo a ella. Pero el peaje ha sido alto, muy alto para mí. Te deseo lo mejor y mucha fuerza.