Reproducimos otra historia que nos ha llegado via mail:
Mi amigo quería conmigo y se acostó con mi mejor amiga.
Era mi primer trabajo en hostelería, una jornada intensa con bastante trabajo y un equipo de muchas personas bastante jóvenes. Entré con cero expectativas de hacer amigos ya que mi objetivo final era ahorrar para irme cuanto antes.
Allí fue donde conocí a la que hoy en día es mi mejor amiga; no nos hizo falta mucho tiempo trabajando codo con codo para darnos cuenta de que no podíamos hacer planes la una sin la otra y que la vida sin ella no tenía mucho sentido. Nos fuimos a vivir juntas al poco tiempo y empezamos a quedar más con los compañeros de trabajo, planes de tapeo y cerveceo que poco a poco fueron ampliando el grupo. Dentro de esta bonita amistad que formamos mi mejor amiga y yo se unió otro compañero de trabajo; la misma edad, mismos gustos.
Desde un primer momento entre los tres sentimos un poco la conexión de buen rollo y desde ese momento todos los planes ya eran entre los tres: comidas, cenas, fiestas… absolutamente todo. Este chico siempre dejaba caer alguna ficha a la que no prestaba mucha atención por que iba sin maldad ninguna y además él empezaba a salir con una chica que la verdad, mucho bien no le hacía. Cuanto más quedábamos más notaba que su novia no era quien de verdad le gustaba. El hambre se juntó con las ganas de comer cuando me empecé a pillar un poco por él porque ya era una persona que evidentemente no estaba a mi alcance por temas sentimentales, pero a mi amiga me confesó también que de vez en cuando sentía ese tilín por él. Un poco drama todo.
Mi mejor amiga y yo no dejamos de quedar con él en ningún momento pero si a cortarnos más y sobre todo buscar nuevos objetivos para no hacer más grande la bola. La novia de este chico empezó a tener celos de nosotras por todo el tiempo que pasábamos juntos y eso quemó un poco la relación por ambos lados, él no estaba tan cómodo con nosotras y su relación estaba resentida. Pasó el tiempo y yo conocí a un chico con el que empecé a tener una relación más seria e incluso me mudé de ciudad por temas laborales (y un poco sentimentales también, para qué engañarnos) y fue ahí cuando a mi amigo le da por dejarlo con la novia y venir a mi para liarme la cabeza. Que si siempre le había gustado, que si no me fuera, que lo podíamos intentar… Con cargo de conciencia me fui dándole vueltas al tema pero segura de que estaba tomando una buena decisión. Mi mejor amiga no tardó ni dos días en irme a ver a mi nueva ciudad y cuando llegó me contó la bomba del momento: nuestro amigo, después de jurarme amor eterno y pedirme que por favor no me fuera y que lo intentáramos ¡SE HABÍA ACOSTADO CON ELLA JUGANDO LA MISMA BAZA!
Mi mejor amiga al enterarse de que me iba buscó trabajo en esta nueva ciudad para que estuviéramos lo más cerca posible y que este chico al enterarse jugó al juego que ya había jugado conmigo. Claro, mi mejor amiga no sabía casi nada de lo que había pasado entre nosotros porque por temas de mudanza y papeleos casi no habíamos podido hablar. Claro, imaginad la cara de ambas al contarnos todo esto.
Lo más gracioso de la historia es que cuando lo hablamos con él en vez de salvarse un poco el culo admitió que no sabía muy bien a cual de las dos quería y que era incapaz de decidirse. A las semanas empezó a salir con otra compañera de trabajo.