Pues a mí me pasó que cuando me vine a vivir con mi novio ahora mi marido, pues claro su casa era donde sus amigos iban dormían de vacaciones, comían etc, y bueno yo recién novia en buena onda pero ya me encontre en la cocina haciéndoles de comer y todos en la sala con aire ya que es verano muy tranquilos, y bueno la comida, cuando venía el verano tenía que llenar el doble la nevera por atender a la visita, así que me dije pues nada hablé con el, todo muy bonito pero yo no soy la criada de nadie a comer a la calle pidan pizza, traigan cervezas por qué las vacaciones pagadas ya está bien , el lo tomo bien le expliqué de buena manera,que yo me canso el muy contento hablando con su cerveza y años después en verano la cosa se complica con las visitas, pero ya le digo yo venga dónde vamos a cenar? Y digo vallan a Mercadona por la cena, yo ya no cocino. Es difícil no quedar como la mala,

Dices “Ya no se como solucionar esto” como si hubieras hecho algo para intentar solucionarlo. Y poner mala cara no es hacer nada para solucionarlo.

Si tu novio no es capaz de ponerle límites a los gorrones de sus amigos, te va a tocar hacerlo a ti.

Dices que no sabes cómo enfrentarte a ellos por no crear problemas en su grupo de amigos y que después le dejen de lado o le dejen de hablar. Pues creo que te toca preguntarte si estás dispuesta a vivir así a cambio de que tu novio tenga su pandillita de amigos. Que esa es otra, ¿tu no tienes amig@s? Porque con lo que cuentas, no veo que te dejen mucho tiempo y espacio para invitar a tus amistades a tu hogar.

Yo te voy a decir lo que haría yo. Primero le daría una última oportunidad a tu pareja para que solucionara el tema con sus amigos, con un plazo… una o dos semanas por ejemplo. Pasado ese plazo, si aún no ha solucionado nada, le diría que lo voy a solucionar yo de la mejor manera que pueda, pero que la situación no va a seguir así, y que si para él es muy importante no tener el más mínimo conflicto con su pandillita de gorrones, que entonces será mejor que se marche porque yo me niego a seguir viviendo así. Si decide irse, pues mira, ya no tengo gorrones con los que lidiar. Me toca superar la ruptura pero en mi casa, tranquila, sin visitas de mierda inesperada. Si deside quedarse y afrontar la situación, pues ya hablaría con ellos, y les diría claramente que esa es MI CASA y que no quiero que vuelvan a venir jamás sin ser invitados. Que espero que entiendan que necesito mi espacio y mis momentos de descanso, y que yo decido cuando me apetece tener invitados y hacer de anfitriona, pero que es algo que no me pueden imponer como han estado haciendo. Y que si no lo entienden, lo siento mucho pero así son las cosas.

Y ya está, asunto resuelto. Normalmente, la gente entiende cuando le marcas una línea roja y le dices, hasta aquí. Pero si no marcas ningún límite, pues la gente va provandi y aprovechando según les interese o les apetezca.