Te escribo esto fumándome un porro. He salido de trabajar y estoy en casa. Consumo de forma habitual desde los veinte años y eso nunca me ha hecho descuidar mi trabajo, mi vida personal o mis aficiones. Hay que saber cuándo es tu momento de relajarte y cuándo es tu momento productivo.
Me preocupa más que desaparezca y mienta. Es más, nadie con más de dieciséis años se encierra varios días a fumar con sus colegas. Igual no son porros. Con coca, speed y otros estimulantes sí me encaja que se pegue varios días de fiesta. Y ojo,no digo que lo haga, no tengo ni idea, es para que manejes toda la info.
En cualquier caso, y aunque yo no veo mal fumar porros, tienes derecho de elegir qué cosas quieres en tu vida. Si no te gusta ese rollo, dilo. Si no te lo da, piensa en ti.

Cada persona es un mundo. Yo viví lo mismo con mi novio, le conocí y el ya fumaba porros de forma regular pero llegó un momento en el que le pedí que lo dejara. Él dijo que lo dejaría. No ha sido un camino fácil, han sido muchas mentiras, que principalmente tenían su origen en su miedo a decepcionarme. Un día por fin entendió que debía hacerlo por el mismo y por su bien, y no por mi. Lleva más de dos años sin fumar. No ha sido un camino fácil, hemos sufrido mucho, pero no creo que haya que tirar la toalla a la primera de cambio si la pareja de verdad te aporta. Eso sí, también pienso que hay ciertas cosas que no tenemos por qué aguantar y siempre hay un límite, simplemente es ver hasta donde uno piensa que puede aguantar. Yo te recomiendo que le apoyes, pero todo tiene un límite y cada persona pone el suyo, porque no se puede estar aguantando todo el rato . Espero que todo te vaya muy bien!

Hace un año estuve en tu misma situación. Llevaba tres años con mi pareja, cada cez que le sacaba el tema de los porros decía que lo podía controlar, que lo dejaría cuando él quisiera. Cada vez fumaba más, hasta el punto de estra juntos en casa viendo una peli y necesitar salir a mitad para comprar la droga. Llegó un día que después de salir de fiesta con sus amigos llegó a casa y me obligó a tener relaciones, al decirle que no me apetecía me levantó la mano (por no decirlo más claro), le perdoné y volvió a lo de siempre. Fumaba me gritaba, al día siguiente me pedía perdón y volvíamos a empezar. Me costó mucho dejarlo, pero no me arrepiento de mi decisión. No digo que te vaya a pasar lo mismo, ni mucho menos, es para contarte la historia que yo viví e intentar ayudarte.

Muchas suerte!