Cuando empecé a salir con mi novio, me pasó exactamente lo mismo. Solo que yo no soporto esas cosas y le dejé caer medio en broma medio en serio que, si no cambiaba las sábanas, no me iba a quedar a dormir con él nunca más. Lo pilló y ya no tuve que sufrir por sábanas asquerosas y arrugadas.
Hace 3 años que vivimos juntos y, tristemente, debo decir que jamás se le ocurre por sí mismo cambiar las sábanas. No sé el porqué, es algo que simplemente no se pasa por la cabeza.