Creo que antes de hacerte autodiagnósticos (como el de demisexual) deberías buscar apoyo psicológico. Básicamente porque si dado el momento realmente lo eres no pasará absolutamente nada ( más que habrás aprendido algo más sobre ti misma ), pero a veces la falta de autoestima nos juega muy malas pasadas.
En su momento yo también creí ser algo que realmente no era. Pensé que por ese motivo no encajaba o no me sentía a gusto haciendo lo que hacían el resto de adolescentes. Y si bien es cierto que siempre fui diferente (más madura por la infancia que me había tocado pasar) realmente mi autoconcepto estaba totalmente equivocado, me costaba encajar porque por miedo al rechazo yo misma era distante.

Fue ahí cuándo me di cuenta de que estaba haciendo algo mal. Y empecé a luchar por cambiarlo.

Pero no. No creas que te estoy diciendo que estaba gordita y decidí hacer dieta para ser feliz. Si no que trabajé mi mente y la forma en la que percibia o me tomaba las cosas. Es complicado pero se puede.

Y aquí es dónde te ayudará el psicólogo. Creeme, a veces tonar la decisión de comenzar terapia es difícil pero será lo mejor que puedas hacer, no te arrepentiras

¿Conoces eso de mens sana in corpore sano? Pues yo pienso que es al revés. Cuándo tú mente esté bien y aprendas a quererte como debes ya veras como lo demás va solucionandose e incluso descubriras que tu valor no está en tu peso

Por otra parte atreverte a hacer cosas, aunque estas te den miedo, te ayudara a coger seguridad en ti misma. En mi ciudad hay una pagina para encontrar gente con gustos afines, podrías probar a buscar una eb la tuya. O apuntarte a alguna actividad.
Ir a andar sola, con música, también me ayudaba mucho a despejarme y meditar
Busca aquello que te haga sentir bien y adelante
Mucho animo

Bonita. Pide ayuda profesional. Seguro q puedes encontrar un recurso gratuito o alguien que se pueda ajustar a tus posibilidades económicas. Saldrás. Es un bache. Abrazo

Mencionas varias cuestiones distintas, y lo mejor será que vayas paso a paso. Las cuestiones grandes hay que dividirlas en trocitos pequeños para que sean más abarcables y poder ir viendo algún progreso, de otra manera sería imposible.

Lo primero es tu salud. Ve al médico para que te derive al psicólogo y al psiquiatra. El tema de los abusos es muy serio, y deja secuelas importantes. Y también al endocrino y al ginecólogo, porque muchas veces el exceso de peso está asociado con otros problemas: tiroides, síndrome de ovarios poliquísticos, etc. Si no mejoras con el tratamiento o no te encuentras a gusto con el trato, tienes derecho a pedir cambio de médico (busca sobre esto en la web del servicio de salud de tu comunidad), pero no tires la toalla.
Lamentablemente, creo que en la sanidad pública no te mandan a consulta de un nutricionista, pero por lo menos, puedes intentar ir haciendo mejoras en tu alimentación (tienes el grupo “Realfooding” en Facebook).

Busca redes de apoyo emocional, si puede ser, con tu familia; pero también online. Hoy en día puedes encontrar desde youtubers que cuentan su experiencia en cuanto a depresión, ideas suicidas u obesidad y en los comentarios gente que habla de su caso porque se siente identificada a grupos en Facebook o Telegram, foros, etc. Busca. Sentirse identificado con otros e intercambiar experiencias, dándonos cuenta de que no somos ningún bicho raro es muy importante.

Intenta hacer un mínimo de actividad física. Puedes ponerle al teléfono una aplicación de esas que hacen de podómetro para ver cuánto caminas y así te vas retando a ti misma. Empieza por la distancia con la que te sientas cómoda, por muy pequeña que sea, luego ya irás aumentando a poquitos; aunque sean unos metros cada semana, lo importante es ir haciendo cada vez un poquito más. Y si te motiva, también puedes ponerte vídeos de baile en Youtube y seguirlos (aunque al principio te pierdas y no des seguido el ritmo, nos pasa a todos). Lo que importa es evitar un el sedentarismo. Moverte un poco te ayuda a nivel físico y también psicológico. No necesitas comprar zapatillas especiales ni nada de eso, no hay necesidad de ponerse en modo pijo. Puedes ir escuchando algún podcast para ir entretenida.

A medida que te encuentres un pelín mejor psicológicamente será cuando encuentres fuerzas para ir dando pasitos también en el tema del trabajo y la vida social y de pareja. Podrás preparar tu currículum, ver la posibilidad de cuidar peques o personas mayores mientras no encuentres de lo tuyo para ganar algo de dinero. Quizás puedas valorar presentarte a alguna oposición, que las de categorías inferiores no suelen ser difíciles y suele encontrarse el temario de segunda mano. Y apuntarte a las listas de contratación temporal de tu zona. Una vez que vayas consiguiendo algún trabajillo, puedes plantearte el acudir a un nutricionista. Con el tiempo podrás sacarte el carnet de conducir y comprarte un coche baratillo de 2ª mano, que te abrirá muchas opciones.Y el día de mañana, si te sigue acomplejando la tripa, tal vez puedas ahorrar para mejorarla.
En cuanto te sientas con un poco de ánimo, puedes buscar actividades gratuítas que se hagan en tu pueblo, que es una muy buena manera de conocer gente y con el tiempo ir entablando amistad, o a lo mejor algo más, nunca se sabe. A medida que te vayas queriendo más y trabajando para mejorar lo que no te gusta de tu vida, irás ganando seguridad en ti misma, y eso te ayudará mucho a hacer amistades y a relacionarte con los chicos.

Pero el mundo no se hizo en dos días, y no puedes abarcarlo todo a la vez. Prioriza, empieza por tu salud mental, que es lo más importante; y después con la física. A partir de ahí todo irá mejorando y tu irás ganando fuerzas.
Mucho ánimo.