A mi lo que me sirvió Tras muchas broncas y conversaciones tras años y años, y yo cada vez pasar más y ponerme a su nivel de dejadez, cocinando menos limpiando a su nivel (se redujo a cuando tocaba limpieza general a fondo ambos también impuesta por mi), un día ya le terminé diciendo que lo quería mucho y mi relación sentimental con él no iba a cambiar, pero que si los roles del hogar eran así de injustos quizás deberíamos vivir separados.

Parece que por fin comprendió lo que se jugaba y que yo había tocado fondo y no iba a tener más esa conversación o imponerle cuando debía limpiar o hacer tareas que la casa requería o cabrearse si no lo hacía. No tenía ya más ganas de esa mierda, porque no soy la madre de nadie.

También que criticase su rol un par de veces delante de un@s amig@s cercanos le jodió, porque no es lo mismo verse desde fuera a ojos de otros y ser juzgado. Pero no lo recomiendo porque al fin y al cabo es humillar y no me supo bien, porque sé que le dolió.

Tras esto ha tomado más iniciativa, tampoco un cambio radical, pero si aceptable y más justo, muestra interés y no tengo que estar detrás y dirigir todo y es más llevadera la convivencia, y cuando uno da al otro no le importa dar más, porque es lo justo.

Durante mi lucha te digo algunos trucos que siempre me han funcionado:
-la visita, cuando hay visita se limpia, ambos a limpiar la casa a fondo y repartir tareas

-la plancha: si él es el que tiene la ropa que requiere plancha él es el que debe planchar su ropa al menos, no yo.

– repartición de zonas: mi territorio es la cocina, el suyo el baño, ambos mantenemos cada espacio limpio semanalmente.

– pon un lavavajillas y una rumba o conga en tu vida. Esencial para la falta de tiempo diario en nuestros roles actuales de trabajo y vida.

Y si lo quieres échale paciencia, pero si no cambia… Una de dos, o que salga de su bolsillo una ayuda en limpieza o eso, a daros un tiempo separados. A ver si despierta, porque no debemos naturalizar está explotación hogareña.

Un abrazo

Ya te ha dicho varias veces que si, que si, y luego ha vuelto a su rutina de ser un cerdo.
Tienes varias opciones:
– convertirte en ese tipo de esposa que esta siempre renegando y reprochado a su marido y se envenena por dentro pero que después acaba limpiandolo ella todo
– convertirte en esposa sumisa y callada que se resigna a limpiarlo ella todo
– gastar tu energía y tus ganas en intentar reeducarlo y cambiar en un año o dos (piensa que es un proyecto a largo plazo) todo lo que ha aprendido a lo largo de su vida
– contratar a una mujer de la limpieza para que ella limpie entre semana y tu recojas los fines de semana
– decidir qué aunque te duela mucho no quieres ser su esclava durante el resto de tu vida y decidir quée quieres ser su mujer y compañera de vida,no su asistenta de hogar que además se filma y le acompaña a eventos sociales

He tenido que leerme todo y las respuestas porque amiga estamos en las mismas. Yo no me he casado pero llevo un año ya conviviendo con esto y menudas broncas. Es que calcado, el mío deja las cáscaras de pistachos y el tabaco de liar tirado por el suelo, quita las alfombras, yo opté por tener solo la del baño.
La verdad que es complicado, nosotros estamos en el punto de hacer un planing (otro nuevo) pero a ver cuánto dura.
Te han dicho una cosa que tal vez yo me la aplique, decirle de vivir separados, creo que es la mejor opción, igual así se acojonan y cambian. Yo a mi chico ya le he dejado caer que si esto no cambia a mí me va a perder y algo ha cambiado. Es que cuesta y cansa ir detrás.