Esto es lo que me acaban de decir esta mañana en el trabajo. Como lo leéis y os lo vengo a contar para que, una vez más, veamos todo lo que tenemos que cambiar en este mundo.
Soy locutora de radio. Trabajo en un programa local de la emisora de mi ciudad y llevo en el puesto casi dos añitos. Me encanta mi trabajo. Hago entrevistas, preparo boletines de noticias, hacemos programas especiales… Mi ciudad no es demasiado grande y mucha gente ya tiene mi voz como una constante en su trabajo o en el coche.
Bueno pues esta mañana estoy en mi mesa preparando una parte del programa y entra uno de los invitados a la tertulia. Se sienta cerca de donde estoy yo y lo saludo. Él me saluda sin muchas ganas y yo sigo con lo mío. A los 5 minutos llega mi compañero y nos ponemos a comentar un tema del programa, veo al chico que acaba de llegar que pone cara de sorpresa y mi compañero se acerca también a saludarlo. Él se une a la conversación y me pregunta si yo soy la chica que sale todas las mañanas en el programa y le digo que sí. Su respuesta pues ya la sabéis, me espetó que con la voz tan bonita que tengo que no me imaginaba así.
No quise entrar en debate porque no era el momento, pero es evidente que como no me imaginaba es como soy, una chica de 1.65 de altura, que usa una talla 52. Seguramente por mi voz él se esperaba por lo menos a una Sara Carbonero, y menuda decepción que se llevó el muchacho.
Somos así, voces bonitas para chicas bonitas, está claro que las gordas solo gruñimos mientras nos metemos bollos y hamburguesas al buche. No puedo dejar de reír, en serio.
Esa es toda mi anécdota. Gracias lindas por este espacio, sois estupendas!