Antes de que sigáis leyendo, sí, es sarcasmo.
No sé en qué país será pronto el Día de la Madre, pero al abrir hoy Facebook, me he encontrado con este anuncio de aquí abajo, acompañado de vídeo, claro:
“La OFERTA del Día de Madres está aquí! ?
Ya no necesitas esconderte tras ropa holgada
Suaviza, levanta y da forma desde el abdomen hasta los muslos con estos Shaper Shorts ?
50% de Descuento por tiempo limitado ⏰
¡Apresúrate! ¡Válido asta agotar inventario!”
Está transcrito tal cual, os lo prometo, ese “asta” escrito sin H es por el copia pega, no es cosa mía.
¡Pero chicas! ¡Vamos a volver a lo importante!
¡Que nos acaban de mostrar el mejor regalo que se le puede hacer a una madre!
Vale, no. Voy a dejar el sarcasmo un rato, porque a veces me paso y me aficiono.
La primera pregunta que me ha venido a la mente al ver el anuncio ha sido: ¿Quién narices hace los anuncios?
Y la segunda, irremediablemente, ha sido: ¿De veras esa persona le regalará a su madre una faja por el Día de la Madre?
Usar faja no tiene nada de malo, cada una lo decide en función de si le apetece o si no o si le gusta o no le gusta.
El problema principal del anuncio en cuestión es cómo lo vende. Porque, sinceramente, lo último que creo que yo le regalaría a mi madre sería una faja. En primer lugar porque me parece algo muy íntimo y que según la persona puede provocar una situación incómoda. Y segundo, porque a mi madre (como creo que nos sucede con cualquier mujer) no quiero relacionarla ni de lejos con la imposición de ningún tipo de canon de belleza. No estamos hablando de regalarle una camiseta bonita o de regalarle un pintalabios que le guste. Estamos hablando de una prenda creada para transformar nuestra figura de cara al mundo, como si el hecho de tener tripa, o tener muslos fuera algo de lo que avergonzarse.
Yo no quiero que mi madre se avergüence de algo así. ¿Y vosotras?
Además, el anuncio lleva el tema más allá y nos dice que así nuestra madre no tendrá que “esconderse tras ropa holgada”. Y volvemos a lo que volvemos en Weloversize una y otra vez.
Las mujeres tenemos derecho a vestirnos como nos dé la gana. Si queremos usar ropa holgada, la usamos y si queremos usar un vestido apretado, de vinilo y con el que enseñemos medio culo, pues también lo hacemos, que para eso es nuestro cuerpo.
Lo que no puede ser es que publicaciones como esta, que llegan a miles de personas, den a entender de una forma tan clara que si tienes un cuerpo no normativo, tu única solución es vestirte usando un saco de patatas que te tape por completo o ponerte una faja que altere tu apariencia para ya sí, poder vestirte como más te guste.
Todas somos libres de usar faja si queremos, pero también lo somos para no hacerlo. Somos libres y merecedoras de respeto y de amor, tanto ajeno como propio. Nosotras decidimos qué nos ponemos y qué no.
Y, del mismo modo que ellos son libres de anunciar (muy erróneamente a mi parecer) una faja como regalo para una madre, nosotras también somos libres de lanzárselas a la cara si nos da la gana.
¿Qué opináis?