Hola!! Vengo a contaros una historia un poco larga. Vamos, podría decir que el karma me la ha devuelto pero bien devuelta.
Os cuento.
Hace muchos años estuve saliendo con un chico, llamémosle S. Nos enamoramos muchísimo y todo era precioso hasta que su salud mental empezó a caer por sus problemas familiares brutales y cada vez era más inestable y tiraba de mí. Lo hacía sin querer porque estaba perdido, pero tiraba de mí y yo lo dejaba hacer. Que quería dormir conmigo todos los días? Pues venga. Comer conmigo todos los días? Estar juntos las 24h? Vale. El problema es que me fui olvidando de mí y pasé de mirarlo con amor a mirarlo con miedo de hacerle daño y pensé que ya no estaba enamorada. Lo eché de mi vida con firmeza y dureza, le dije que se acabó y lo bloqueé de todos lados. Él me buscaba y yo más bloqueos y más me reafirmaba. Estaba hecho polvo, se quedó delgadísimo, nos cruzábamos en al biblioteca y se salía llorando con un ataque de ansiedad. Yo sentía mucho agobio. Y chicas, lo destrocé. Con el tiempo me di cuenta de que él no necesitaba que lo complaciese siempre, si no que que me cuidase a mí misma también y lo ayudase a buscar ayuda profesional. Conforme veía de lejos que se iba recuperando, notaba el amor profundo que sentía hacia él. Seguía enamoradísima, pero el agobio que tuve me hizo pensar lo contrario. Cuando estaba por fin bien, vino a buscarme y le dije que no quería nada, por vergüenza de mi propio comportamiento. Y me arrepentí toda la vida.
Con el tiempo he tratado a muchísimas personas con depresión, ansiedad, bipolaridad y similares en mi vida. Me di cuenta de que absorbía sus emociones y me iba consumiendo yo, y el amor que sentía hacia ellos a veces se convertía en aversión y en casi anularme a mí misma. Pero aprendí a no irme, si no a autocuidarme y estar para esas personas, ayudarlas a salir y el amor que crece en ese periodo de curación y el que te devuelven después es enorme. Me di cuenta de que el amor no se apagaba, de que no dejé de estar enamorada de S ni de alguna de esas personas (no todos pareja, tambien amigos y familiares), si no que a veces la enfermedad pesa tanto que te agota, y cuando estás agotado, cuesta querer y mostrar amor y te puedes confundir. Esto es mi punto de vista desde mis experiencias, obviamente, cada uno que piense lo que quiera.
Ahora la vida me ha devuelto lo que le hice a S y hace muchos meses ya que me dejó mi chico. Esta vez yo era la enferma y la que tiraba. Le pedí que se cuidase pero no supo hacerlo, porque él tiene tendencia a hacerlo todo por todos y descuidarse. Tampoco tenía mucha inteligencia emocional, todo era nuevo para él, nunca había vivido una enfermedad mental de cerca y salió corriendo. Chicas, os prometo que usó exactamente las mismas palabras que yo usé con S, LAS MISMÍSIMAS. Me dijo que sentía que había dejado de mirarme con amor y empezó a mirarme con miedo de hacerme daño, por lo que suponía que no estaba enamorado. Puede ser perfectamente verdad que no estuviera enamorado, eh, pero me costaba creerlo. Me trató como una persona enamorada hasta las trancas hasta el último momento, me comía a besos, me escuchaba, con una sola caricia estaba tontorrón. Pero cuando yo lloraba o algo similar, veía el miedo en sus ojos y el no saber qué hacer. Es que me veía a mi yo del pasado reflejadísima en él.
Obviamente, lo dejé marchar.
Me he intentado recuperar, hacer mi vida, ligar sin mucho éxito, hacer cosas normales de mi vida normal. Mentalmente, mucha terapia y está superado, aunque siempre puedo aprender a gestionarme mucho mejor. Nunca se para de aprender en este sentido.
Pienso mucho en él, tanto lo bueno como lo malo y lo recuerdo con cariño. Era muy inexperto y aprendió muchísimas cosas conmigo, y eso me encantaba de él. Yo aprendí a divertirme más, ser menos estricta a veces, nuevas aficiones. Me encantaría volver con él y esto lo he pensado después de muchísimo tiempo de reflexión valorando tanto lo bueno como lo malo. Era una relación preciosa pero que al final pues se desgastó porque peté. Busqué ayuda demasiado tarde. Se podía arreglar perfectamente con paciencia, pero él se asustó y se fue antes incluso de que empezara la terapia, cuando ya tenía cita y todo programada. No lo juzgo, es comprensible. Quizá pueda ir bien ya. Quizá no quiera y lo entendería. Solo hay una cosa mala realmente que me echa un poco hacia atrás a la hora de intentarlo, sus amigos. Me trataron como una basura tras la ruptura, cosa que él no hizo, pero dejó que sus amigos sí lo hicieran.
Si no es como pareja, me encantaría al menos mantener una amistad. De corazón, quiero que todo le vaya bien y que siga creciendo y ojalá verlo. Siempre nos prometimos que antes que pareja, éramos y seríamos amigos. A S le negué una amistad y ya os digo, también de eso me arrepiento la misma vida, lo echo de menos.
Eran dos hombres PRECIOSÍSIMOS, perdí a uno completamente, tanto que ahora mismo está a miles y miles de km de mí y no lo volveré a ver. Pero a este no lo quiero perder así (o al menos intentarlo).
¿Creéis que haría bien intentando retomar el contacto, charlar, un café? ¿O sería tremendamente egoísta por mi parte? Tampoco quiero ser injusta. Mis sentimientos me dicen una cosa, mi experiencia me dice una cosa. Para mí, él me quería una barbaridad, solo no supo gestionarse. Somos dos buenas personas. He estado con personas que no me querían y se notaba muchísimo. No sé.
Es como que por una parte digo, por un mensaje no pasa nada, no tienes nada que perder. Ya no está en tu vida y lo tienes asimilado, partes de ahí. No es por echarme flores pero soy muy agradable y educada siempre y si él me rechaza, hasta luego. Además, ha pasado bastante tiempo, pero no excesivamente demasiado.
Pero, ¿y si soy tremendamente egoísta intentando retomar el contacto? ¿Y si realmente me odia y no lo sé?
De momento, no voy a hacer nada. No voy a escribir ni nada hasta que lo tenga clarísimo al 10000000000%.