Supongo que el título habla por si solo.
Pues si, que soy una idiota y me he enamorado del chico que me conoce de toda la vida. Les explico, al susodicho, llamemosle Paco, bueno, que yo a Paco lo conozco de toda la vida, desde que era una chiquilla meona de seis años, desde esa edad, no tengo un solo recuerdo en el que Paco no esté a mi lado, cumpleaños, eventos familiares, incluso hemos estado juntos en el mismo colegio y en la misma clase desde entonces, vaya, que tenemos los mismos amigos y estos no conciben un mundo donde el uno no esté acompañado del otro.
Hace alrededor de un mes, me pesqué un resfriado HORRIBLE, de esos que te dejan K.O. en cama y viendo estrellitas y Paco se ofreció a cuidarme, que no había nada de raro, que el año que le dieron las paperas yo fui su enfermera personal (ambos vivimos solos desde los 18), en fin, desde ahí nada fuera de lo normal, que llega a casa, le abro la puerta, me dice que me veo del asco, que me va a preparar una sopa y que él ira a por las medicinas a la farmacia. Para las cinco de la tarde dice que no me veo tan del asco, que probablemente sobreviva, le digo que gracias por pasarse, que mejor se vaya de una vez y me dice el señor que no, que se queda, que le da miedo que me muera ahogada en mocos y le digo que vale, por que hemos estado juntos tanto tiempo que no tenemos problemas con dormir juntos, en la misma cama, incluso lo hemos llegado a hacer en ropa interior por el calor y jamás ha pasado na de na.
Pero esa vez, joder esa vez fue tan diferente, no sé, algo cambió y no supe si fue por la fiebre, por el medicamento que era fuerte o que demonios pero no podía dejar de pensar en lo bueno que era, en lo atento, en lo buen partido y claro, en lo bueno que estaba, por que podrá ser como un hermano más pero las cosas claras, el tío está más bueno que un chapuzón en la piscina después de una tarde calurosa. El punto aquí es, que eran las tres de la mañana y yo pensando en todo lo bueno de Paco, lo veo que se mueve un poquito y me asusto, me hago la dormida y Paco me quita el pelo de la cara, me abraza de cucharita y me planta un beso en la nuca. Os juro que flipé.
Desde esa vez no dejo de pensar que quizá le guste, por que nos llevamos bien y todo, pero jamás en todos los años que llevamos siendo amigos había hecho algo como eso, me siento un cliché andante, me pongo nerviosa, me sudan las manos, me da un vuelco al estómago y me pregunto si me encontrará bonita y un montón de otras chorradas cursis dignas de drama adolescente. No sé si decirle o qué, si me quedo callada por que una parte de mi necesita decirle, por que no tenemos filtro entre nosotros, me siento culpable, como si hubiera matado a su gato y hubiera echado el cadáver debajo del tapete. Pero también tengo miedo de tirar a la basura casi quince años de amistad, no es una persona reemplazable en mi vida, es mi mano derecha, es mi otra mitad, estuvo tantas veces ahí para mi y hacemos tantas cosas juntos, valgame que mi familia le pone un plato y le reserva un sitio en navidad todos los años sin falta, rigurosamente, le adoran como a un miembro más y no sé si podría soportar la idea de perderle, por que le conozco tanto que sé que se sentiría extraño, incómodo y que quizá querría dejar de hablarme y no podría, tiemblo y me entra la llorera solo de pensarlo. ¿Que harían ustedes? ¿Le dirían? ¿Se callarían? Estoy que me arranco los pelos y me tiro de un puente.