Tengo un cacao mental de proporciones épicas… ¿Qué hago ahora?

Inicio Foros Sex & Love Love Tengo un cacao mental de proporciones épicas… ¿Qué hago ahora?

  • Autor
    Entradas
  • Maddie
    Invitado
    Maddie on #471891

    Hola! Mi nombre es Maddie, tengo 23 años y es la primera vez que abro un debate en el foro porque la verdad es que siento la necesidad de desahogarme de alguna forma porque tengo un cacao mental del tamaño de Rusia y en cualquier momento me explota la cabeza…
    Os voy a contar la historia desde el principio (y me disculpo ya de antemano porque es más larga que la Biblia en verso):

    La cuestión es que, en noviembre, yo junto con mis compañeros de clase organizamos en nuestro centro de estudios una merienda benéfica para recaudar fondos para una asociación. En esa merienda todas mis compañeras de clase le echaron el ojo a un chico que, siendo totalmente objetiva aunque luego no lo parezca, estaba muy muy bueno. Yo aprecié las vistas durante toda la tarde (evidentemente, tonta no soy) pero no le di demasiada importancia porque todas mis compañeras estaban detrás de él como lapas. La cosa es que al acabar el evento, fui a la parada de autobús junto a una compañera para volver a casa. Mientras esperábamos y charlabamos sobre los acontecimientos de la tarde, se nos acercó Mr. Buenorro, que nos estaba escuchando, y se puso a hablar con nosotras durante unos minutos (lo cual me pareció extraño pero en fin, no le iba a espantar al pobre muchacho). De un momento para otro, Mr. Buenorro nos informa de que ha quedado con sus compañeros de clase para tomar unas cañas y nos invita a unirnos a ellos. Mi compañera, obnubilada por la belleza de tal Dios griego, me da un codazo para que acepte la invitación. Yo, dudosa y presionada, digo que sí y le seguimos hasta el bar donde estaban sus amigos. Mi amiga emocionada y babeando y yo cagada de miedo porque no conocíamos a ese tío de nada y podría secuestrarnos.

    Por suerte para las dos, llegamos al bar sanas y salvas. Mr. Buenorro hizo las presentaciones pertinentes y nos pedimos unas cañas. La noche transcurrió mejor de lo que esperaba aunque no crucé muchas palabras con Mr. Buenorro pero sus amigos me cayeron genial y decidimos quedar más veces después de clases.

    Semanas después volvimos a quedar todos en el mismo bar para celebrar el final de los exámenes y el inicio de las vacaciones de invierno. Todos llegaron excepto Mr. Buenorro quién, según nos informó su amigo, estaba terminando un examen aún y llegaría a lo largo de la tarde. Como es lógico, le reservaron un asiento al pobre muchacho y por desgracia para mi y, sobretodo, para mis amigas dicho asiento estaba en el extremo más alejado de nosotras. Asumiendo que no iba a entablar conversación con Mr. Buenorro en toda la noche, yo fui a mi bola pero, ¡sorpresa sorpresa!, Mr. Buenorro llegó al bar, saludo como buen caballero a todos los presentes, y no sólo no tomó asiento en su silla reservada para él exclusivamente, sino que se quedó de pie tras mi silla y se puso a hablar conmigo… Durante HORAS. Todo el tiempo de pie, bebiendo su tercio de la forma más sexy jamás vista por el ser humano mientras toda su atención estaba depositada en mí.
    ¿Estaba encantada de la vida porque Mr. Buenorro no paraba de tontear conmigo? Sí ¿Babeé un poco? También.

    El punto fuerte de todo esto es que sus amigos, siendo unos marujas, me preguntaron si estaba interesada en él (obviamente sí) y me informaron de que él no solía ser así con ninguna chica. De hecho, era la primera vez que le veían interesado en alguna persona del sexo opuesto. Ante este curioso dato, yo decidí no cerrarle las puertas a la oportunidad que se me presentaba porque, siendo honesta y puede que incluso asquerosamente superficial, era físicamente mi prototipo de tío.

    Al día siguiente, él me localizó en instagram y me envió por MD una foto grupal como excusa para iniciar una conversación. A partir de ese mensaje estuvimos hablando durante todas las navidades, todos los días, pero no tonteando ni nada sino hablando de todo un poco: de nuestras vidas, pensamientos, anécdotas…

    Una vez que volvimos a las clases, el grupito que habíamos formado se empezó a reunir todas las semanas en el mismo bar. Mr. Buenorro y yo siempre nos sentábamos juntos y hablábamos entre nosotros, como si el resto del mundo no existiera y solo estuviéramos él y yo… Había una conexión entre nosotros que era palpable para todos los presentes, y no solo conexión física sino mental. Por primera vez en mi vida estaba sintiendo una conexión real con una persona y no quería dejar escaparlo.

    Esta situación duró un mes y medio pero, aunque siempre tonteabamos un poco y cada vez nuestra relación era más cercana, nunca expusimos lo que sentíamos el uno por el otro. Yo empecé a pensar que solo me veía como una amiga porque la cosa no avanzaba pero sus amigos me insistían en que Mr. Buenorro si sentía algo por mí pero que necesitaba tiempo. ¿Tiempo para qué? No lo sé, pero el caso es que yo tenía ganas de avanzar pero tampoco quería presionarlo de más y espantarlo así que yo deje que las cosas fluyeran poco a poco…

    Hasta que se empezó a alejar… Primero empezó a tardar mucho en contestarme a los mensajes que le enviaba (quiero aclarar que él ODIA hablar por mensaje así que desde el principio me aviso de ello y se disculpo de antemano, ya que tardaba horas en contestarme). Pero no tardaba en contestar horas, que podría ser normal si estás ocupado, sino que empezó a tardar DÍAS e incluso a veces una semana… Pero luego cuando nos veíamos en persona estaba todo normal, igual que de costumbre. Al principio me cabreaba porque no entendía nada pero luego me dije a mi misma que estaría ocupado y que no era nada serio (yo que soy imbécil pérdida) pero luego empezó a evitarme cuando quedábamos con todos en el bar. Ya no se sentaba a mi lado y cruzábamos palabra una o dos veces para «picarnos» en plan colegueo… Yo empecé a rayarme muchísimo y la gente que nos rodeaba, tanto sus amigos como los míos, no entendían porqué se comportaba así. Luego la situación se volvió cada vez más rara y desesperante: yo me empecé a alejar también y él volvía a hacerme caso pero cuando yo me acercaba de nuevo, él se alejaba lo máximo posible. Y entonces vino la (p*ta) pandemia mundial y dejamos de hablar durante unas semanas.Podría haberse quedado así la cosa pero el confinamiento es muy malo y más si estamos aburridos, solos y rayados así que volví a hablarle como si nada y retomamos la conversación. Nos pasamos toda la cuarentena hablando, tal vez no con tanta frecuencia como al principio pero algo es algo, ¿no? (yo otra vez siendo una imbécil)

    Tras levantar el confinamiento y la llegada de la «nueva normalidad» (como odio esas dos palabras…), él insistió varias veces en que nos viéramos para tomar algo junto con nuestros amigos del grupo y yo acepte pero no por ver a los demás (que también, no me malinterpretéis) sino por verle a él. Cuando llegué al bar, ilusionada y esperanzada por volver a verle, lo único que recibí de su parte fue un saludo seco. Y no solo fue el saludo, sino que en vez de sentarse a mi lado o cerca de mí se sentó en el sitio más alejado posible.

    Os juro que en ese momento lo único que quería era estamparle algo a la cabeza pero opte por la decisión menos violenta y menos sana también: beber hasta que se me olvidasen las penas…

    Pero esto no acaba aquí. mientras yo me bebía hasta el agua de los floreros, se acercó a mi un amigo de Mr. Buenorro que este se había traído para presentárnoslo. Era muy guapete y súper simpático… y mi yo borracha y el Sr. Guapete hicieron buenas migas porque al final de la noche me termine enrollando con él… (cosa que recuerdo poco la verdad sea dicha).
    ¿Fui una estúpida por enrollarme con un tío que conocía a duras penas y delante del tío que me gusta y que me ignora? Sí pero en mi defensa diré que tenía el corazón roto, un cabreo de proporciones épicas y estaba borracha. No lo justifico, de verdad que no, pero no estaba pensando con claridad.

    Retomando el tema: Tras esa desastrosa noche, Mr. Buenorro me empezó a hablarme más seguido, insistiendo en que volviéramos a quedar todo el grupo y tal y yo cada vez estaba más confusa… Y finalmente cuando quedábamos, él volvía a ignorarme, yo me cabreaba, su amigo el Sr. Guapete se acercaba de más a mi y yo como una gilip*llas volvía a enrollarme con el Sr. Guapete. Así una y otra vez.

    Y la cosa se complica: Ahora yo he dejado de hablar por mensajes con Mr. Buenorro (no por nada sino porque terminamos la conversación y ya no la hemos vuelto a retomar) y he quedado a solas con Sr. Guapete, para ver como fluía la cosa, buscando una conexión especial con él, y nos hemos acostado pero desde entonces tampoco hemos hablado…

    Y seguramente diréis «Maddie, ¿pero por qué no pasas de Mr. Buenorro que suda de ti y te centras en Sr. Guapete?» Pues la respuesta es clara: El Sr. Guapete es atractivo, me llevo genial con él y es súper atento conmigo… El problema es que no siento nada cada vez que le beso o me acuesto con él y encima no hemos vuelto a hablar desde entonces y eso también me cabrea un poco pero en el fondo me alivia también. En cambio, solo recibir un mensaje de Mr. Buenorro o incluso pensar en él hace que sienta no solo mariposas revoloteando en mi estómago sino velociraptors correteando a sus anchas en mi interior…

    Lo único en lo que puedo pensar es: ¿Qué c*ño hago ahora? ¿Qué opináis de toda esta historia? ¿Soy una idiota? ¿Debería meterme a monja de dejarme de tanta gilip*llez?

    Si has llegado hasta aquí, solo puedo decir gracias por leerlo sin morir en el intento y un abrazo ;)

    Responder
    Daphne
    Invitado
    Daphne on #471940

    Chica, el primero es un mareador de manual y por el último no sientes nada. Aléjate de los dos, no te mereces que uno de ellos te trate como lo ha estado haciendo y el otro se merece una persona que esté al 100% y pueda desarrollar sentimientos hacia él.
    Hay muchos peces en el mar, ve a por otros o estate un tiempo sola, porque estos dos se te van a indigestar.
    ¡Ánimo!

    Responder
    Raquel
    Invitado
    Raquel on #471972

    Creo que tienes endiosado a ese primer muchacho, que aparte del físico, no te aporta mucho.
    Busca (en mi opinión) una relación más madura.

    Responder
    Yenly
    Invitado
    Yenly on #472191

    Tú forma de redactar y expresarte me ha hecho reír y entenderte espiritualmente. Chica, A Mr. Buenorro lo tienes endiosado y seguro que si te lo tiras se te pasa el endiosamiento y esa tensión sexual no resuelta. Si Guapete no te llena, chao pescao. Y a seguir quedando con el grupi como si nada. Sé que cuando tienes una conexión con alguien no quieres desperdiciarlo por nada del mundo pero tranquila, volverás a sentirte así por otra persona cuando menos lo busques

    Responder
    Ana
    Invitado
    Ana on #472205

    Uno te ignora y el otro no es tú tipo y no merece pasarlo malasí que mí consejo es que te alejes de los dos: queda con el grupo como haces habitualmente y pasa de ambos.

    Responder
    Karen Sueca
    Invitado
    Karen Sueca on #472213

    Maddie, aprende a sintetizar, por Dios. Pareces el abuelo Simpson contando una historia.

    Responder
    Alodia
    Invitado
    Alodia on #472332

    Pues mira, yo seré muy directa pero mi vida amorosa con los hombres me ha hecho así. Yo cogería a MR. Buenorro por banda, en persona por supuesto, y le preguntaría: ¿Qué te pasa? ¿Me hablas o no me hablas? ¿Te gusto no te gusto? porque a mí este juego no me va.
    Y en cuanto al otro chico…si mientras te entretiene y encima te satisface sexualmente, por qué no?

    Responder
    Linda
    Invitado
    Linda on #472351

    Mira, por experiencia hay muchos tíos así. ¿Qué porque ese comportamiento? Ni p. idea. Tenemos en mente que los tíos siempre buscan follar pero cuando de verdad nos gusta uno, empiezan como tú has dicho, que si tonteo, que si te llamo, que ahora sí, que ahora no. Y eso jode que no veas, al final te dejan con las ganas, no solo de un polvo, sino de saber que hubiera pasado. Se ve que a ellos, eso de «qué hubiera pasado» se las trae al fresco. En fin, que Mr. Buenorro es un cobarde de mierda, así que o lo enfrentas directamente como te ha dicho Alodia (si lo haces nos cuentas como acaba la historia) o pasas página y te olvidas de él, que en realidad es lo mejor, porque es un inmaduro y no te merece. Pero ya sé que es difícil, porque claro entre lo bueno que está y lo mucho que te gusta… En fin, yo durante mis 20 aprendí que todos los que estaban buenos se comportaban de la misma forma y que además eso de la fidelidad lo llevan mal porque teniendo tantas posibilidades alrededor… Ya sé que no está bien generalizar, pero esa fue mi experiencia. Yo si fuera tú empezaría a conocer a otros chicos, ya que Guapete no te acaba de convencer y encima no te distrae de Mr. Buenorro o Mr. Cansino como lo quieras llamar. Un abrazo.

    Responder
WeLoversize no se hace responsable de las opiniones vertidas en esta web por colaboradores y usuarios del foro.
Las imágenes utilizadas para ilustrar los temas del foro pertenecen a un banco de fotos de pago y en ningún caso corresponden a los protagonistas de las historias.

Viendo 8 entradas - de la 1 a la 8 (de un total de 8)
Respuesta a: Responder #471972 en Tengo un cacao mental de proporciones épicas… ¿Qué hago ahora?
Tu información: