A ver…
¿Soy yo la única que ve que en WHEN THEY SEE US no van a la raíz de la problemática real? Es decir, absuelven a los pobres chicos, y YA. No se llega a la reflexión de decir: «Hostia, si no estuviésemos en una sociedad patriarcal que normaliza la violencia hacia las mujeres, el tal Reyes no habría violado a la Corredora del Parque y, por lo tanto, no se habría inculpado a 5 chavales negros inocentes por ello». Que va. Al contrario.
La víctima prácticamente no tiene voz en toda la serie (sólo aparece un momento en el juicio, y la manera como la presentan hace que la odies por no acordarse de los hechos por los que están inculpando injustamente a los niños) y encima, en el último capítulo (OJO SPOILER) aparece la voz en off de Reyes confesando no porque se arrepienta, sino porque no quiere que otro pague por su crimen. Joé! ¿Qué buena persona, no, el Reyes? Que viole a una chica blanca privilegiada qué más da, se lo merecía probablemente, lo importante es que gracias a su gesto al Korey lo han liberado.
Esta es la lectura que hace Ava DuVernay, la directora, mujer y afroamericana. De verdad, no sé en qué estaba pensando esta chica pero la serie empezó a chirriarme desde el primer capítulo. Pensé: qué flaco favor le están haciendo a las mujeres con el personaje de la Fiscal. Aunque sea real que esta mujer en la vida real era y es una hija de p. racista, es la única que defiende en los cuatro capítulos la gravedad de los hechos: han violado a una mujer. Pero eso nos parece normal, está a la orden del día, que nos violen, por una más, y encima si la tía trabaja en una banco y es rubia, pues mira, que le den a la Barbie. Porque en ningún momento del resto de los otros capítulos, no se le da ninguna importancia a este hecho, solamente el personaje interpretado por Felicity Huffman, que únicamente lo utiliza como argumento para tapar sus verdaderos motivos racistas.
¿Qué favor nos hace esto a nosotros como sociedad? No, desde mi punto de vista, DuVernay va a lo fácil, a recrearse en la violencia policial ejercida a los chicos afroamericanos, obviamente todo el mundo ve lo injusto de la situación y todos te van a aplaudir, ¡bien hecho, DuVernay! Pero lo de revolvernos las entrañas con injusticias es un truco muy barato y muy peligroso. Lo único que hace la serie es acrecentar el sentimiento de injusticia para que nos indignemos y digamos: ¡oh, qué malos y racistas son los blancos! Las blancas especialmente, porque los hombres policías solo obedecían órdenes de esas brujas. Creo que es una lucha, la de las mujeres y las personas racializadas, que deben ir de la mano, y que una no puede dejar de lado la otra para sus propios intereses. No tiene sentido, lo siento.
Lo peor es que repasando de memoria los capítulos… No hay ni un solo personaje femenino en esta serie que no sea una cabrona sin empatía, si habéis visto la serie pensad en todos ellos: la madrastra de Raymond, la novia de Yusef, la madre de Korey que no acepta a su hija trans. Ah, bueno sí! Está la hermana de Kevin, que le da el siguiente consejo al chico: «En prisión búscate una afición, algo que te apasione. Cómo yo, que me aburría en el trabajo y decidí ligar con un cliente. Esa es mi afición. Tu haz algo de hombre, estudia, dibuja, lo que sea, pero que te apasione». Flipé con esto, la verdad.
No sé, ¿alguien que la haya visto me puede dar su opinión? Abstenerse las que pensáis: «Jo, qué pesadas y cansinas sois con el feminismo, veis machismo dónde no lo hay», no hace falta que perdáis el tiempo conmigo, de verdad.