¡Que levante la mano la que nunca estuvo apuntada a clases de gimnasia rítmica o a danza cuando era pequeña! Mi hermana y yo estuvimos en gimnasia rítmica, pero fue un tiempo muy efímero. Creo recordar que éramos las más torpes de la clase, además las dos éramos grandes y rechonchitas, así que duramos poco. La dura disciplina parecía incompatible con los bocadillos de chorizo que nos comíamos después de las clases. Este fracaso en lo más parecido al baile que he practicado en mi vida, me marcó FOREVER.

Quizás por eso he sido siempre muy bailonga. Al Just Dance de la Wii  hay pocos que me ganen (por payasa más que nada). Pero el salón de mi casa se me queda corto, no tengo libertad de movimientos, no puedo flipar con una coreografía a lo Dirty Dancing, así que siempre que me he apuntado a un gimnasio he ido buscando entre las diferentes disciplinas alguna que se ajustara a mis inquietudes coreográficas. He de decir que siempre lo he hecho motivada por la búsqueda de la inexistente coordinación entre mis brazos y mis piernas… Hago lo que puedo.

Si te gusta bailar a lo loco te aconsejo que te unas a un grupo de ZUMBA FITNESS. Todo el mundo que lo ha practicado coincide en que se trata de un entrenamiento buenísimo con un montón de beneficios para la salud. Si ya de por si el baile es algo divertido, cuando sudas bailando como pasa en Zumba, la liberación  de endorfinas es brutal.  Sales cantando el Happy de Pharrel Williams sí o sí. Además se quema mucha grasa porque durante una hora no paras de moverte a ritmo bastante rápido y frenético: hablan de hasta 800 calorías por sesión. También aseguran que practicarlo ayuda a fortalecer los huesos. Parece increíble porque lo primero que piensas es que se te van a romper con tanto salto… Recomendado 100%, además ya hay Zumba en casi todos los gimnasios por lo tanto no tenéis excusa…

El año pasado descubrí una nueva disciplina que me dejó boquiabierta: el XPORTDANCE. Jamás, REPITO JAMÁS, pensé que a mi edad y a mi tamaño podría practicar danza clásica, sin embargo he comprobado que sí. Bueno, a ver, no me pongo el tutú para bailar El lago de los cisnes, pero os aseguro que a estas alturas de la vida estoy aprendiendo lo que es la primera posición, el grand plié,  la segunda, el elevé y toda esa jerga tan desconocida para mi hasta hace poco. Durante la primera clase te ríes de ti misma, por verte como un pato mareado más que como una delicada bailarina; te duele todo porque se trata de ejercicios relativamente complicados y has de tener un gran control sobre tu cuerpo pero poco a poco, si eres constante, esta nueva disciplina de fitness puede darte muchas alegrías. En mi gimnasio  lo que hacemos es aprender una coreografía completa cada mes  (reagueton, jazz musical, popo, lo que sea) y conforme adquiero experiencia, elasticidad y amplitud en mis movimientos, las coreos me salen mucho mejor. Eso sí, intento no mirar por el espejo a mis compañeras aventajadas porque si no… ¡¡horror!!

Danza clásica

Dicen que en el mundo del fitness está todo inventado, sin embargo acabo de descubrir una novísima disciplina que viene desde Autralia: el SH’BAM. Como no lo he probado no entiendo muy bien en qué consiste, pero al parecer está causando furor. Se trata de desarrollar diferentes coreografías de jazz, ritmos latinos, funky y disco, durante una sesión de 45 minutos donde podemos quemar más de 500 calorías con ejercicios de intensidad moderada. Imagino que irá variando de una música a otra para poder ejercitar todos los músculos. La verdad es que suena divertido. Para mi todo lo que lleve jazz es un SI rotundo, me resulta súper sexy verme bailar con esos movimientos tan sensuales, me hace sentir muy bien la verdad.

Lo que se está poniendo de moda deverdaddelabuena es el BURLESQUE y a mi eso me tiene loca porque en mi gimnasio no lo hay de momento, aunque ya le he pedido una coreografía a mi monitora. Para practicarlo hay que tener muy poca vergüenza o muchas ganas de perderla porque por lo general hay que desprenderse de alguna prenda. La música de los años 40 crea una atmósfera muy seductora y lo normal es bailarlo con tacones y con una silla y con una sonrisa permanente. Supongo que al no sudar tanto no lo consideran un deporte pero me parecía esencial mencionarlo porque, al fin y al cabo, es baile, es sexy, y hay que tenerlos bien puestos para atreverse a practicarlo… Muchas academias de baile se están atreviendo a incluirlo en su oferta y hay mujeres que se atreven a ponerse la boa de plumas en los hombros. Aquí podéis leer algunos consejos.

Las tres primeras disciplinas son una evolución necesaria del aeróbic y por eso os animo a que las probéis si tenéis ocasión. De todas formas bailar es uno de los ejercicios más  sugerentes que conozco así que no os atrevéis con esto siempre nos quedarán los bailes de salón, que con tanta modernez los tenemos abandonados. Un día seremos señoras en las fiestas de nuestro pueblo y no sabremos bailar un pasodoble como está mandao.

¿Y tú, con cual te quedas?