España lleva sumida en la pandemia del coronavirus más de un año. En todo este tiempo el periodo más duro fue sin duda el confinamiento decretado entre marzo y junio de 2020, un largo periodo de inactividad económica, salvo aquellos sectores catalogados como esenciales, que sirvió, sin embargo, para contener en gran medida el virus.

Hasta tal punto fue así que el presidente del Gobierno Pedro Sánchez llegó a afirmar que se había vencido al virus. La realidad no fue así, y desde entonces hemos sufrido varias oleadas de contagio.

Los cambios que ha producido el Covid 19 se reflejan en todos los ámbitos y los sectores, incluido el de la belleza, la estética y la medicina reparadora. De hecho, el uso continuo de mascarillas, pasar más tiempo en casa teletrabajando o la limitación de movilidad durante buena parte de este periodo, ha impulsado algunos tratamientos y ha dejado atrás otros.

Mucha gente, mujeres y hombres, se han interesado por los tratamientos, ya sea para recuperar comportamientos que se vieron impedidos por la pandemia y el confinamiento, para aprovechar la coyuntura por llevar mascarilla o también por la influencia de las redes sociales. De hecho, algunas de las preguntas frecuentes estética guardan mucha relación con la idea de volver a recuperar vida normal, o aparentemente normal, tras muchas semanas encerrados en casa.

Las intervenciones estéticas más demandadas en tiempos de pandemia

Hasta tres de los procesos quirúrgicos o tratamientos estéticos más demandados en los últimos meses guardan relación con la obligatoriedad de usar mascarilla. Muchas personas están aprovechando esta circunstancia para mejorar su sonrisa mediante procesos de ortodoncia.

Al mismo tiempo, este motivo, el de la mascarilla, anima a que muchas chicas aumenten el volumen de sus labios con infiltraciones. Estos procesos suelen ser poco invasivos, inocuos para la salud y con poco riesgo. Únicamente necesitan el paso de unos días para que los labios recuperen su aspecto normal pero con mayor volumen. De este modo, el uso de la mascarilla evita que se detecte la hinchazón provocada por la intervención.

Un tercer proceso en el rostro que ha ganado mucho interés son los tratamientos que rejuvenecen la mirada. La explicación es similar, pero con un motivo distinto. Al llevar mascarilla tapamos parte de nuestra cara, pero la mirada se ve más expuesta. Por ello muchas chicas están optando por sesiones para mejorar la mirada con botox o con blefaroplastia, que es la cirugía de párpados.

En otro orden de intervenciones aparecen también la lipoescultura y la cirugía de mamas, que son procesos quirúrgicos que siempre encabezan los rankings. En el caso de la lipoescultura cabe destacar un dato de la SEEDO, la Sociedad Española de Obesidad, y es que el 44,3% de españoles declaró haber aumentado su peso tras el confinamiento.

Mirarnos más a la cámara hace que nos preocupemos más por nuestro aspecto estético

Otra consecuencia curiosa del confinamiento y la pandemia es la mayor conciencia de nuestro aspecto físico, especialmente el rostro, debido a las videoconferencias y las llamadas en vivo. Con Skype, Zoom, FaceTime o WhatsApp hemos podido estar en contacto, aunque sea a distancia, con nuestros familiares y amigos.

Hemos podido comprobar por más tiempo, mirando a la cámara, cuáles son nuestros rasgos faciales. De hecho, buena parte de los usuarios que hacen videollamadas prefieren ponerse ellos en modo pantalla grande que ver a sus contactos.

Más allá de esta cuestión que puede ser curiosa, el rostro se ha convertido más que nunca en una carta de presentación, especialmente para personas que por su labor profesional, tienen que someterse continuamente a estas conferencias.

La empresa Highfive realizó un estudio en el que casi cuatro de cada diez encuestados afirmaban no sentirse bien con su aspecto físico cuando usaban estas aplicaciones. Muchas clínicas estéticas reconocieron el pasado verano sentirse un poco desbordadas ante la avalancha de peticiones. En esa circunstancia había que sumar el cierre temporal durante el confinamiento y el deseo de muchas clientas de mejorar su aspecto físico una vez se acercaba el buen tiempo.

Y cabe destacar, para desterrar la idea de que la estética es cuestión de mujeres, que los hombres también se interesan por estos temas, especialmente por tratamientos para conservar el pelo. En este punto, las restricciones para realizar viajes internacionales, y es bien sabido que Turquía es una potencia mundial en tratamientos contra la calvicie, han favorecido a las clínicas españolas.