1. Necesitarás confianza y automotivación durante el proceso de bajada de peso, habrá un momento en tu descenso de peso donde te estancarás y deberás ser persistente, confiar en ti y automotivarte a seguir. Recuerda que los demás te pueden ayudar o animar, pero LA ÚLTIMA DECISIÓN ES TUYA Y EL TRABAJO TAMBIÉN ES TUYO.

2. Debes tener en cuenta que tu cuerpo no será como el de una modelo, es decir, tendrá «ciertas señales de un camino andado» por lo que es poco probable que aunque adelgaces se vaya esa celulitis que antes tenías o esas estrías que te salieron cuando engordaste unos kilos de más. Lo mismo con la carne sobrante, que no vuelve toda a su sitio, si no que se queda medio colgando, o los pechos que se quedan como dos pimientos asados. Deberás amarte antes para aceptarte después.

3. Deberás ser consciente del paso. No es una dieta para adelgazar y después puedo comer lo que me de la gana por el resto de mi vida, si no que es una reeducación del cuerpo y de la mente para aprendre nuevos hábitos que estarán siempre con nosotros.

4. El ejercicio será uno de tus compañeros más cercanos, sobre todo en el mantenimiento. Para mantenerse hay que mover el culo, es un hecho.

5. Ganarás confianza en ti mism@ cuando veas que lo logras, pero no debes perderla si subes de peso alguna semana.

6. Te darás cuenta más aún de lo hipócrita que es la gente, que no se preocupan por tu salud, que no te preguntan si estás aprendiendo de la experiencia o si te sientes mejor, si te cuesta menos subir una escalera o salir a correr, sino que se dedicarán a alabar tu físico y te dirán una y otra vez lo «bien que estás ahora en comparación a anteriormente»

7. Necesitarás autoestima extra para afrontar y explicar a los demás y sus insistentes preguntas: cómo lo haces, cuánto has perdido, si le puedes dar tu dieta…

Ánimo, y a por ellos.

Esmeralda Pérez