En enero de 2015, Weloversize publicó mi artículo sobre ser una comerdora compulsiva, sendo este mi punto de partida.
Aprovechando el momento vital en el que estaba de cambio, de dejar la vida de nini en mi pueblo de la España profunda y la presión familiar, por la vida moderna en Barcelona y con el apoyo de mi novio, vi que era el momento de hacer el cambio y comenzar a tomar las riendas sobre mi cuerpo y dejar de maltratarlo a través de la comida.
Influida por todas las cuentas #healthy que seguía en Instagram, me decidí por el método Entulinea.
Era febrero de 2015, y se cruzó una promoción de captación de nuevas socias por 60 euros por 3 meses y fui a probar a una reunión en la central que tienen en el barrio de Sants.
Ahí comenzó mi aventura, de la mano de una monitora/terapeuta argentina que realmente más que sobre comida, me ayudó a mirar dentro de los problemas que me llevaban a los atracones. Con solo tres principales pautas que fueron controlar los factores físicos que me llevaban a los atracones, tener el hambre física controlada y llevarme hacia el trasfondo mental de los atracones ella me hizo ver que la culpable de mi sobrepeso era yo, y que no podía pasar la vida culpando a mi madre, ya que ella había perdido la fe en mí como era normal después de tantas intentonas y que hasta que no adelgazara al menos 10 KG no creería en mi proceso de cambio.
Cuando llevaba 9 KG perdidos, se cruzó en mi camino mi hada nutricionista. Buscaba sobretodo un grupo en el que encajar adelgazando y encima lo encontré al lado de casa. En este momento, ya tenía prácticamente controlado mi trastorno (en el que también conté con la ayuda de un coaching). Era la hora de centrarse en los aspectos nutricionales. Esta hadita ha sido fundamental para superar meses de estrés horrible con el postgrado que estudiaba. Por primera vez en mi vida, era capaz de calmar mi estrés y no recompensarme con comida en una periodo de exámenes.
13 meses después, he perdido 15 KG, quizás no sea una pérdida espectacular pero mi mayor reto ha sido superar mi trastorno por atracón y sobre todo el no haber abandonado esta forma de tratar a mi cuerpo, cuidándolo y mi mimándolo a través de la comida y el deporte, al igual que lo hago con mi piel en mi rutina facial diaria.
En resumen estas son las ventajas e inconvenientes del método Entulinea, todo según mi opinión:
Ventajas:
- Es bastante fácil de seguir porque no te prohíben alimento alguno.
- El hecho de puntuar la comida, te hace ver claramente lo que puede ayudar o perjudicar en tu proceso de pérdida de peso
- Es barato, si consigues una promoción de las 3 meses al 50%, pues digamos que cada pesada te sale por 5 euros
- Adelgazar en grupo, si logras encontrar un grupo de adelgazamiento donde encajes, es muy estimulante
- Si vives en una ciudad grande y con muchas reuniones, tienes muchas oportunidades para buscar tu monitora/grupo ideal
Desventajas:
- El 95% de las veces, las monitoras/coaches no son nutricionistas, son ex gordas que adelgazaron con el método.
- Tienen una política de gestión de suscriptores nefasta, mientras tú llevas meses pagando tu cuota porque te funciona el método y no tienes recompensa alguna, ves como semana tras semana hacen promociones para nuevas inscripciones.
- Se basa demasiado en el peso, es decir, la báscula solo marca tu peso pero no conoces cuánto has perdido de grasa/líquido.
- Algunas reuniones y centros resultan muy comerciales, ya que insisten en la venta de sus productos.
- Cuidan muy poquito a sus monitoras, lo que es una pena, porque son las que marcan claramente tu éxito o fracaso con el plan
Esta es tan sólo mi experiencia, ya va de cada uno probar la forma de cuidar su cuerpo y alma, hasta llegar a dar con la tecla correcta.
