Conozco mujeres que han pasado un cáncer, que han perdido un pecho (o incluso dos) y aun así se quieren. Mujeres con lupus que han aprendido que su cuerpo requiere ciertos cuidados y que se los tienen que dar porque su cuerpo no puede cuidarse por sí mismo. Mujeres que, por tratamientos médicos y por alopecia, han perdido el pelo y que se miran al espejo cada día y ven que ellas valen mucho, porque son mucho más que su pelo. Mujeres con discapacidades físicas que les impiden hacer muchas cosas pero ninguna de ellas es quererse a sí mismas. Mujeres con psoriaris, con vitíligo, que cuidan su piel con un mimo que nosotras nunca seremos capaces de entender.

Qué valientes, ¿verdad?, qué valientes son por mostrarse al mundo con sus enfermedades y sus discapacidades, con sus marcas y con sus cicatrices, qué valientes son por no avergonzarse y por quererse a sí mismas.

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También conozco mujeres con sobrepeso, con estrías, con celulitis. Mujeres con papada, con tripa, culo y lorzas colgando. Mujeres que se quieren porque, a pesar de lo que les han dicho toda la vida, su cuerpo es bonito, ellas son guapas y se merecen ser queridas. Mujeres que se cuidan porque aman su cuerpo, no porque lo odian.

Qué vergüenza, ¿verdad?, qué vergüenza que se atrevan a quererse con esas estrías y esa celulitis, que se atrevan a enseñar su tripa a la gente poniéndose un bikini, qué vergüenza que intenten hacernos creer que una gorda puede ser guapa y sexy.

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Porque la que está gorda lo está porque quiere, todos lo sabemos. Está gorda porque no hace deporte, porque no come sano, porque no se cuida. Está gorda porque ‘se ha dejado’, porque no se ha cuidado lo suficiente y ahora pretende quererse tal como es. No se nos pasa por la cabeza pensar que, al igual que hay gente que está delgada por naturaleza, también hay gente cuya constitución la hace ser gorda. Tampoco consideramos la posibilidad de que la gente esté gorda por una enfermedad, o por un trastorno alimentario, porque la anorexia y la bulimia, bien, pero que la gente coma compulsivamente… ya no está tan bien.

En la mayoría de los casos uno no es gordo porque quiere, pero ¿y si fuera así, qué?, ¿y si de verdad la chica gorda lo está porque no le gusta hacer deporte?, ¿o porque odia comer sano y prefiere disfrutar de comer lo que le dé la gana?, ¿y si lo está porque le preocupa más disfrutar de la vida que de su salud?. ¿La hace eso menos merecedora de respeto?, ¿da eso vía libre a los demás para machacarla, juzgarla, criticarla porque (según ellos) hace apología de la obesidad?

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No veo a gente criticando a todos aquellos que fuman como cosacos, o que beben como si no hubiera un mañana, o que se han partido 3 cotillas haciendo trial, o que tienen la boca llena de caries por comer chuches o que ha tomado el sol sin protección y ahora tiene melanoma. Estaría muy feo decirle a ese señor que está ingresado con cáncer de pulmón que él se lo ha buscado, que se lo merece por fumador y por asqueroso, que nadie quiere ver su piel arrugada y amarilla, ni escuchar su tos, ni aguantar su olor a tabacazo, ¿verdad?, a ninguno de nosotros se nos pasaría por la cabeza… Pero no está feo decirle a la chica gorda que se merece estar así por no haberse cuidado, por haberse cebado de comida basura y no haber hecho deporte en su vida. Pobre señor con cáncer, ¿cómo va a decirle alguien que nadie le va a querer así, que nunca va a encontrar el amor o que no merece tener hijos porque es fumador?. Pero a la chica gorda sí que se le dice, que cómo va a poder engendrar un hijo con esa grasa, con ese colesterol… Qué doble rasero, ¿no?

Obviamente, desde Weloversize proponemos quererse a uno mismo, pero también cuidarse y hacer todo lo posible por estar sano. Promovemos querernos porque somos bellas y promovemos cuidarnos precisamente porque nos queremos. Pero si alguien no quiere hacerlo, si alguien prefiere no preocuparse por su salud, lo aceptaremos. Porque no compartir una opinión no nos da el derecho a criticar a los demás. Y no por no estar sanos merecen menos respeto. Porque no necesitas estar sano para quererte, te hayas buscado tú esa enfermedad o no.

Todas las fotos son de Callie Thorpe.