No hay nada que más fastidie que pasar la noche dando vueltas en la cama como una croqueta, sobre todo cuando al día siguiente tienes que madrugar para currar y nadie se compadecerá de tu cansancio tras una noche sin pegar ojo.

Por eso, antes de que te pongas nerviosa porque tienes que dormirte sí o sí,  hay algunos truquitos que vienen bastante bien, y pueden solucionarnos la vida, y más que la vida, la muerte que nos espera al día siguiente aguantando con las ojeras hasta las rodillas.

  • Contar ovejitas (pero haciéndolo bien). Llevamos toda la vida contando las ovejitas empezando por una ovejita, dos ovejitas, tres ovejitas… No amigas, así puedes pasarte toda la noche contando ovejitas hasta el punto en el que haya más ovejas que personas en el mundo. Se cuenta al revés empezando por 100 ovejitas, 99 ovejitas… Porque así te pones un tiempo determinado para dormirte y no puedes llegar al infinito con las ovejitas.
  • Imagínate una historia que te gustaría vivir: un polvazo con tu vecino de arriba, la movida gorda que siempre has deseado tener con tu jefe/a (en la que todos te aplauden y te dan la razón y él/ella se acaba yendo como la Trunchbull en la peli de Matilda), que conoces a tu crush famoso y le superencantas… No sé, algo cuyo final supondría una gran satisfacción para ti. Pero siento decirte que no llegarás al final porque ya te habrás quedado dormida.
  • Ponte a hacer ejercicio. Sí, levántate de la cama y en el mismo salón te pones a hacer unas flexiones y abdominales, verás qué pronto te entra el sueño.
  • Si tienes la suerte de tener a tu maromo o maroma al lado pues a chingar. Pero a chingar de manera que te quedas extasiada eh, nada de tumbarte y dejarte hacer.
  • Si estás sola date gustito tú misma, y a ver si luego te entra la modorrilla.
  • Auriculares y música. No es la mejor opción para tu salud auditiva pero funciona. No acostumbrarse por favor.
  • Ver el tarot de las 12 en la tele… Hay mucha gente hipercreyente en ese tema y no me gustaría que me linchen pero de verdad, con el tarot te ríes y después te duermes.
  • Si ya ni por esas estás soñando con los Angelitos, como último recurso puedes tomarte un Infusueños (que siempre viene bien tener en casa), es una infusión como su propio nombre indica que venden en algunos supermercados y cumple bastante bien la misión de dejarte como un tronco.

Así que con estos consejos y un bizcocho espero que durmáis bien todas las noches de vuestra vida, porque siendo serias el dormir es uno de los placeres más grandes del mundo, y el no dormir uno de los peores dramas.

Irene M. Alonso.