Hoy en día todos usamos el móvil a diario, es raro la persona que no lo usa para escribir un Whatsapp, mirar el Facebook o el Instagram, o simplemente mandar un correo.

Se ha vuelto una parte indispensable en nuestra vida, cosa que nos facilita mucho ciertas cosas: llevamos en el bolsillo la cámara, el portátil y el teléfono (quizás esto solo lo entendamos los del siglo pasado!!!), pero…¿hay consecuencias?

Un día me di cuenta de que pasaba mucho tiempo en el móvil mirando chorradas, es ahí cuando miré en el dichoso apartado “uso del móvil” de mi teléfono. Me salía una media de 3 horas y mucho, y el día que más lo usé fueron 6 horas!!! Me quedé realmente sorprendida y empecé a investigar el tema.

Resulta que se está empezando a relacionar el uso excesivo del móvil con ansiedad, estrés, déficit de atención, insomnio, dolor de cabeza, dolores de cuello y articulares,… ¿Por qué sucede esto? Vamos a simplificar el asunto:

  • Toda luz artificial suprime la secreción de melatonina de nuestro cuerpo (sustancia que nos ayuda a conciliar el sueño entre otras cosas).
  • Empieza a diagnosticarse el llamado “síndrome de Google” por el uso constante de los buscadores que hacen que no tengamos que memorizar tanto y perdamos esta capacidad.
  • La llegada de mensajes en nuestro móvil libera una serie de sustancias, entre ellas la adrenalina, que hace que tengamos un “subidón” que crea dependencia. De aquí que haya personas que estén constantemente mirando el móvil o incluso que lleguen a oírlo sin ni siquiera haber sonado.
  • El uso repetitivo de los dedos al escribir hace que se tienda a inflamar una vaina del tendón del dedo gordo, es la lesión más frecuente que ya se está llamando “Whatsappitis”. También la forma del cuerpo al escribir hace que tengamos dolor de cuello y espalda y que nos cueste más respirar por la postura cifótica.
  • Aparte de toda esta parte física se crea un vínculo emocional que crea dependencia. Esto se ha bautizado recientemente como NOMOFOBIA, que describe el miedo a no tener un teléfono móvil siempre cerca.
  • Debido a la “lejanía” y a la vez “acercamiento” que nos permite tener, se ha incrementado el número de casos de bulling mediante este método. La cifra ha llegado a tal que ahora lo el término usado es “Cyberbulling”.

Como podéis comprobar, no es cosa de broma. Espero que poco a poco seamos conscientes de las herramientas tan geniales que tenemos a nuestro alcance y le demos un uso responsable para con los demás y para nuestra salud.

Marta Fernández.