Ya antes de la odisea de la pandemia y el uso obligatorio de mascarillas, siempre me ha obsesionado la idea de llevar siempre los morros perfectos y que no se me caiga el labial a la mínima de cambio.

Mi chico y yo somos muy besucones y, aunque no se trate de besos ultra pasionales, nos damos «piquitos» con bastante frecuencia, así que estaba harta de que, cada vez que me maquillaba, sus labios parecieran los del Joker.

Al mismo tiempo, yo no soy una persona de las que me maquillo a diario por lo que, casi siempre, suelo hacerlo en nuestras salidas de fines de semana, y esas salidas de fin de semana siempre suelen implicar salir a comer y/o cenar fuera. Así que también me ocurría lo de parecer yo misma el Joker o una Harley Quinn trasnochada.

Como ya anticipaba anteriormente, mi problema con los labiales se agravó tras la pandemia pues, con un labial no fijo, me arriesgaba a parecer un payaso cuando me la quitara para comer o beber. Que sé que podría haber optado por no maquillarme la cara desde la nariz para abajo, como sé que hacían muchas otras personas, pero yo no concibo la idea de «maquearme» sin pintarme los morros.

Así que, tras muchas pruebas de ensayo y error con labiales mate fijos de precio razonable, os puedo traer una clasificación que vaya desde los más desastrosos hasta los mejores que he probado, dándoos argumentos para apoyar mi clasificación:

En este grupo intuyo tanto los de la gama Lingerie como los de la gama Liquid Suede pues, para mi ojo de consumidora, la formulación de ambos es bastante similar.

Estos labiales llaman bastante la atención por su gran gama de colores y por su precio bastante asequible, pero su formulación es bastante horrible. Te reseca los labios, se cuartea, se cae a trozos… y todo ello sin hacer prácticamente nada, así que mejor nos olvidamos de comernos un showarma grasiento con este labial en nuestra boca.

  • Ultra matte lip de Colourpop:

El precio es más elevado que el de los anteriores, pero la formulación es bastante mejor, ya que no reseca. El problema es que no puedo considerarlos como unos labiales fijos, porque aguantan muy poco en los labios de forma decente.

Aun así, di con un color rojo precioso del que me enamoré y bien hubiera podido perdonarle que se corriera rápidamente (al labial, no perdamos el contexto). Pero lo perdí y, cuando intenté comprarme uno nuevo, lo habían descatalogado.

Al mismo tiempo, al tratarse de una marca estadounidense y tener que importarla, a pesar de que los productos sean de buena calidad y tengan un precio relativamente bajo, sale caro obtenerlos en España.

Es una línea con unos colores muy bonitos y está presentada en un formato de dos labiales: uno que es el que te da el color y el otro que es transparente y actúa de fijador.

Sé que suena muy bien porque creo que todas llegamos a la conclusión de que: si uno de ellos es transparente y actúa de fijador, puedo utilizarlo con otros labiales que no sean fijos; pero….¡Meeeeec! ¡Error! Si no es capaz de fijar el propio labial que lo acompaña, menos va a ser capaz de fijar otro que no sea ese para el que está formulado específicamente.

Una vez seco y, tras el fijador, quedan los labios muy hidratados sin llegar a ser pegajoso, y tiene la ventaja de que puedes ir echando más fijador cuando quieras.

Sin el fijador, el labial que aporta el color se va cayendo en forma de «fideítos», pero eso es lo único que evita el fijador, porque no aguanta por poco que comas o bebas. Lo bueno es que la mascarilla la aguanta más o menos bien y que el color se va difuminando poco a poco sin parches excesivos.

Lo bueno de estos labiales es la inmensa variedad de tonos y su precio mucho más que asequible, porque he llegado a comprármelos por un euro en Primor.

Su formulación también es genial, y es bastante parecida a los de Colourpop, porque tienen un efecto sedoso que no reseca para nada y no se cuartea.

Se podría decir que son fijos porque el residuo que dejan al besar, por ejemplo, es en forma de polvo y se retira muy fácilmente, pero siguen transfiriendo.

La ventaja es que son muy cómodos de llevar y que el color se va difuminando poco a poco sin parchear.

El resultado, acabado y formulación es muy parecida a la de los anteriores y su precio también es bastante bajo, pero siguen yéndose con bastante facilidad, aunque de una forma muy decente.

La pena es que tampoco tienen una gama muy amplia de colores.


Me flipa la graaaaaan variedad de tonos tan diversos que tienen de esta gama de labiales en Kiko. Para mí, sólo con los de tonos verde, azul y negro ya me tienen ganada, porque son colores bastante difíciles de encontrar.

La pena es que resecan bastante y se cuartean. Puedes comer con ellos y la parte externa del labio se mantiene prácticamente intacta, pero la zona de la mucosa se va con cierta facilidad (aunque bien es cierto que esa zona es «difícil» de mantener maquillada a la perfección).

Son una copia de mis labiales mate fijos por excelencia  (los del siguiente punto), solo que aún más baratos.

Tienen una durabilidad bastante decente, no resecan, no se cuartean y se van un poco por la zona de la mucosa (pero ya hemos quedado que eso es normal). Además, su precio es bastante bueno, porque salen por cinco euros; por no hablar de lo cómodo que es ir a comprar fruta o carne y, de paso, llevarte un labial.

El problema es que sus colores son muy limitados (no recuerdo si disponían solo de cuatro o cinco tonos entre los que elegir). Eso sí, son los tonos que, al final, la mayoría de nosotras llevamos en casi cualquier ocasión.

Creo que poco hay que decir de estos, porque la inmensa mayoría de nosotras los conocemos bastante bien.

Tienen muchíiiisimos tonos, la durabilidad es inmejorable (son hasta difíciles de desmaquillar) y son bastante cómodos de llevar. Si bien es cierto que, en algunas tonalidades se vuelven un poco incómodos porque pueden llegar a ser pegajosos o extremadamente secos, lo que me hace pensar que la formulación en todos los colores no es la misma.

Lo que me hace reticente a utilizarlos es que, en teoría, no son cruelty free porque pertenecen a L’Oréal, aunque la división de Maybelline afirma que no experimentan en animales (así que no sé qué pensar).

Si conocéis algún otro que debería probar, hacédmelo saber, porfaplis. Siempre y cuando no tenga que hipotecar un riñón para hacerme con él.

 

@caoticapaula