Como de pequeña no me compraron el juego de Quimicefa, a mis 25 años me gusta experimentar en el baño de mi casa. Así fue como hace seis meses surgió esta “receta” (¿se puede llamar receta a algo que no te llevas a la boca?) y hoy he venido a compartirla con el mundo.

En primer lugar, os voy a contar cómo era mi pelo el año pasado. ¿Veis los campos de Castilla y León? Pues así. Seco, áspero, estropajoso y con aspecto de romperse con solo mirarlo. La razón es que me hice varias decoloraciones en casa porque quería unas mechas balayage, pero por mi tono de pelo siempre me tendían al rojizo-naranja. En vez de matizarlo, yo lo decoloré por encima de sus posibilidades. Niñas, no hagáis esto en casa. Por suerte no me quede calva, pero sí que se me estropeó muchísimo el pelo.

Estaba desesperada y un buen día una amiga de mi ex me recomendó esta mascarilla. ¿Confirmamos que es lo único positivo que saqué de esa relación? Confirmamos.

Ingredientes

Lo guay de esta mascarilla es que es 100% natural y podéis encontrar los ingredientes en cualquier supermercado. Yo los compro en Mercadona porque me parecen de buena calidad, pero podéis encontrarlos en el Carrefour, Gadis, Lidl, etc.

  • Dos cucharadas soperas de aceite de coco
  • Dos cucharadas soperas de aloe vera
  • Medio aguacate

El aceite de coco del Mercadona está genial. En mi opinión no tiene nada que envidiar a otros de herbolario diez veces más caros.

Respecto al aloe vera, yo os aconsejo comprar el de la marca Atlantia. Hay otro gel en Mercadona en el que pone 100% natural pero es una mentira como una catedral. En cambio, el elaborado con aloe vera de canarias está muy bien.

El aguacate no tiene misterio. Coged uno de tamaño medio o grande bastante maduro y ya está.

Cómo elaborar la mascarilla

Podéis mezclarlo a mano, pero yo suelo usar una batidora.

Primero caliento un poquito el aceite de coco en el microondas sin que llegue a quemar. Lo justo para que se deshaga un poquito y después se termine de deshacer con el calor residual. Luego pongo el aguacate y las dos cucharadas de aloe vera y lo bato hasta que queda una mezcla. La textura es como de yogur griego más o menos.

Cada cuánto usarlo y cómo aplicarlo

Lo aplicáis una vez a la semana, pero en el pelo SECO. ¿Por qué? Pues porque no es como una mascarilla de Garnier. Hay que ducharse después sí o sí.

Lo ideal es usarla un día que vayáis a pasar bastante tiempo en casa. Yo suelo hacer esta mascarilla los viernes a la hora de comer y me la dejo puesta hasta la noche. Después me ducho con normalidad. No os extrañéis si tenéis que poneros champú dos veces para eliminar los restos de aceite.

Mi recomendación es no usar otros productos. Sólo la mascarilla y el champú. Es decir, evitad acondicionadores y mascarillas de supermercado, al menos cuando utilicéis esta.

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Efectos en el pelo

El pelo queda nutrido, pero de verdad. Cuando usamos la típica mascarilla de Garnier o L’Oreal, parece que el pelo queda suave, pero es por la cantidad de siliconas que contiene.

Con la mascarilla casera el pelo se hidrata de verdad. Igual el primer día no notáis mucha diferencia, pero con un mes de uso vais a flipar. Yo llevo ya un año usándola una vez a la semana y sólo os diré que no he vuelto a comprar mascarillas y acondicionadores de bote.

Como el pelo se va nutriendo, también crece más rápido. Como os decía al principio, yo lo tenía destrozado y a capas porque se me había quemado. Además siempre me quejaba de que me crecía super despacio. Pues desde que uso esta mascarilla me ha crecido muchísimo más rápido, más fuerte y más brillante.

Si la habéis probado, contadnos en comentario. Si no, animaos y probadla.