¿Por qué J. K. Rowling es lo puto más?

Sería muy fácil decir que J. K. Rowling es lo puto más porque se ha cascado la tía siete libracos maravillosos (+ extras) que conforman la saga de Harry Potter, pero eso ya lo sabemos todos. La Rowling le ha entregado al mundo a un héroe adolescente que venía acompañado por una larga lista de personajes que ya nunca olvidaremos, como Hermione, Severus Snape o Sirius Black.

La famosa escritora inglesa podría haberse plantado ahí y ya sería una de las mujeres más importantes del siglo XXI, pero la Rowling es lo puto más precisamente porque no se planta ante nada ni nadie. Su cuenta de Twitter, seguida por más de diez millones de usuarios, da buena fe de ello. Allí tiene ella tweets para todo el que se los merezca. Primero, para defender su obra literaria y resolver dudas de los fans. Segundo, para reírse con mucha elegancia de todos los trolls que intentan atacarla. (Imaginad cuántos deben de ser, si nosotras siempre nos quejamos de trolls pesados y tenemos la mitad de la mitad de la mitad de la mitad de followers que ella).

Pero Rowling también ha sabido sacarle partido al altavoz que le proporcionan las redes sociales y a los miles y miles de personas que están pendientes de sus tweets (en su mayoría público joven) para decir todo aquello que piensa. Cada poco tiempo sus palabras vuelven a ser noticia (la mejor publicidad para una escritora) porque ha dicho aquello que todos pensábamos (la tía odia a Trump, otro punto extra a la hora de ser lo puto más) o porque ha soltado una lección de vida fundamental.

Hace tan solo un par de días Stephen King anunciaba en su cuenta de Twitter que el presidente de los Estados Unidos le había bloqueado y J. K. Rowling le contestaba que se ofrecía a seguir troleando a Trump en su nombre. Algo anecdótico comparado con algunas críticas que la escritora le ha dedicado a Donald Trump.

Sin embargo, por lo que J. K. Rowling se ha alzado con el título de reina del Twitter es por su posicionamiento vital y la manera de transmitir sus ideales, políticos o sociales, a sus millones de seguidores. Hace unas semanas explicaba por qué ha dejado de seguir a un hombre al que consideraba inteligente porque había llamado «puta» a Theresa May. Ella tampoco es una seguidora de la política de la líder del Partido Conservador británico, pero jamás descalificaría así a una mujer solo por tener ideas contrarias.

«Si no puedes debatir con una mujer sin recurrir a insultos pasados de moda, que te den a ti y a tus ideales políticos». Con estas palabras se despedía de ese hombre que parecía inteligente. Pero lo mágico de todo esto no es que Rowling deje de seguir a un hombre que llama «puta» a otra mujer. La magia reside en que este mensaje es visto por millones de personas que comprenden que no deberían insultar a una mujer solamente porque no están de acuerdo con ella. Ahí es donde el legado de esta mujer, Harrys Potters aparte, se convierte en lo puto mejor que nos ha pasado a los muggles.

Pero J. K. Rowling siempre tiene más. Hace un par de años tenía que salir ELLA MISMA, la autora del personaje, a defender a una Hermione negra que muchos seguidores de Harry Potter no aceptaban. No sé si recordáis el escándalo pero se armó una como si la Santa Inquisición hubiera vuelto y hubiera mandado quemar todos los libros de la saga. La gente no era capaz de aceptar que sus cánones fueran quebrados y que el mundo no fuera tal y como ellos lo concebían y montaron en cólera SOLAMENTE porque una actriz negra iba a interpretar a Hermione. De nuevo tuvo que venir la autora a dejar las cosas claritas:

Tampoco es @uunsis la primera fan que se cree más papista que el Papa. Por suerte, J. K. Rowling parece vivir siempre con los pies en la tierra, a pesar de su tremendo éxito y todos los billes que debe de tener la tía, y no deja de darnos lecciones a todos sus seguidores. Por eso J. K. Rowling es maravillosa. Pero se convierte en lo puto más cuando, a pesar de tener más de diez millones de seguidores, dedica tiempo a interactuar con ellos. Habla con los fans, explica ciertas partes de sus novelas y, sobre todo, responde a sus trolls con toda la elegancia: