Me flipan mucho los cuentos y todos los veranos desde hace 4 años le regalo uno a mi sobrina (que acabo disfrutando yo tanto como ella). La idea es fomentarle el amor por la lectura y por la ilustración desde bien pequeñita, darle herramientas para que siga desarrollando su creatividad e intentar que disfrute de un imaginario lo más amplio posible en eso de la diversidad. Por eso busco y rebusco entre la gran oferta de literatura infantil, para encontrar un libro que cumpla con las expectativas: algo divertido, educativo y, sobre todo, no sexista. Y, como soy así de maja, aquí os dejo mi lista de favoritísimos… ¿me ayudáis a ampliarla?
Donde viven los monstruos, Maurice Sendak (Kalandraka, 2014). En este punto no se acepta discusión: un clásico básico y una joya. ¿Hay algo que atraiga más a niños y niñas que un mundo de fantasía con un puntito tenebroso, pero golfo, loco y precioso al mismo tiempo?
Colección Pequeña & Grande (Alba Editorial, 2016). Esta colección de cuentos hace mucha falta. Consigue recuperar parte de las protagonistas femeninas que nos ha dado la historia para que las niñas y los niños consigan un espectro referencial más amplio. Puedes elegir entre libros dedicados a mujerazas como estas: Frida Khalo, Amelia Earhart, Dian Fossey, Audrey Hepburn, Coco Chanel, Ella Fitzgerald, Agatha Christie o Marie Curie. NIVELÓN.
Nerón, o canciño que roda por Vigo, Francesca d’a Silva (Editorial Elvira, 2017). Con este barro para casa a tope, pero es que me hizo latir fuerte el corazón y llorar a tope. Es un precioso cuento en gallego que manda un mensaje muy fuerte de responsabilidad y diversidad. Ojalá muchos cuentos así en todos los idiomas.
Ser un fantasma es lo mejor, Antonio Ladrillo (Fulgencio Pimentel e hijos, 2016). Si eres amante del misterio, este cuentito es una buena manera de acercar a las más pequeñas de la casa al mundo de los fantasmas, porque la noche no tiene por qué dar miedo. Está cargadito de humor y tiene un diseño impoluto.
C is for Cthulhu. The Lovecraft Alphabet Book, Jason Ciaramella & Greg Murphy (Comix Tribe, 2015). Amichis, como persona fan de Lovecraft, esto lo quiero fuertesito… encima es chachi para empezar a aprender inglés.
La caca mágica, Sergio Mora (Mamut Comics, 2009). Cacaculopedopis. Una forma ideal de acercar a los y las más peques al mundo del cómic y a romper los tabúes con el mundo de la caca. Los niños disfrazados de conejo nos molan mucho y las cacas cuquis también. Illustration School. Animalitos, Sachiko Umoto (Silonia, 2015). Vale, no es un cuento propiamente dicho… pero se me antoja divertidísimo sentarme con mi sobri a hacer garabatos monos en forma de animales gracias a las facilidades que nos enseña Sachiko Umoto.
Babar. Todas las historias, Jean de Brunhoff (Blackie Books, 2015). Otro clásico que vuelve en forma de recopilatorio para mostrarnos todas las historias del elefante Babar. Un plan estupendo para disfrutar de forma intergeneracional porque Babar nunca pasa de moda.
Paris en Pijamarama, Michäel Leblond y Frédérique Bertrand (Kalandraka, 2016). Se puede viajar sin moverte de casa y sin ponerte unas gafas de realidad virtual de esas tan feas… esto es magia visual y da para estar entretenida durante horas.
Malena Ballena, Davide Cali (Libros del zorro rojo, 2017). Un cuento body positive que todo el mundo debería de leer, porque nuestro peso nunca debe limitarnos a la hora de hacer lo que más nos gusta… Es maravilloso que cada vez existan más cuentos con este tipo de moraleja tan positiva.