Una cosa es ser consciente del machismo y la violencia que sufren muchas mujeres y otra cosa es que ese miedo te incapacite en tu vida.
¿Empieza todo bonito y maravilloso y de repente te matan? Realmente no, son conductas graduales pero no invisibles. Primero tienes que tener claro quién eres, qué quieres, qué esperas de una pareja y qué te mereces. Puede haber una confianza y un amor cuando hay una relación entre iguales, seguridad y una comunicación fluida. Confías porque puedes expresarte libremente, te sientes bien y puedes ser tú misma, lo mismo que la otra persona contigo. Si eres conciente de tu propia valía, es más fácil que reacciones cuando veas conductas de control y situaciones con las que no estás a gusto. Si te sientes débil, cedes todo a un ideal exagerado del amor romántico y dejas de lado tu propia persona, un maltratador puede aprovechar esa situación para hacer de tu vida un infierno. Una persona que te valora no aguanta que te pongas por debajo. En conclusión, empodérate y acércate a hombres empáticos, sinceros, positivos y con sensibilidad. Si resultan no ser así, siempre puedes verlo y marcharte.
Por otra parte, es más fácil que una relación tenga todo el control de tu vida si tienes cosas que te den independencia y espacio. Amistades, familia, trabajo, aficiones y cualquier cosa que te haga sentir plena te va a ayudar a ser mejor como individuo y como pareja. Si te apetece encontrar pareja, quédate con alguien que acepta tu entorno y tu forma de vivir.
En cuanto a los desconocidos violentos, también es de un machismo brutal meternos el miedo a las mujeres de salir a la calle, conocer gente y vivir. No hay un miedo social de que las mujeres ataquen hombres por la calle, nadie le dice a un tío «ten cuidado por la noche, una tía te puede violar en un callejón» o «no lleves a tu casa a una chica de tinder, ¿quién sabe si es una asesina en serie?». Tenemos el mismo derecho hacer nuestra vida y estar con desconocidos si nos apetece.
Quítate ese miedo poco a poco, con precaución y seguridad y la ayuda de un terapeuta. No es que estés loca ni te lo inventes, pero ese terror te está quitando libertad y no te va a dar más seguridad. Piensa en todo lo bueno que te estás perdiendo por una posibilidad remota.