Si fuerais judíos no pondríais marisco. Y si fuerais musulmanes no habría ningún derivado del cerdo.
Me parece una magnífica ocasión para presentar opciones vegetarianas deliciosas a vuestra familia y amigos.
Yo creo que hay que respetarlo.
Y quien vaya a la boda por el chuleton se ha equivocado de sitio.
Eso sí, creo que la gente tal vez sea menos generosa con los regalos. Tenedlo en cuenta.