Esos amores platónicos, personas con quien siempre tuvimos algo muy intenso que nunca llegó a materializarse… creo que los tenemos todas (salvo las diosas de la perfección y la moral que están compadeciéndose de tu marido, claro, que esas siempre tienen todo claro cómo el agua). La cosa es que distingas lo que quedó como un asunto pendiente, una historia ideal con la que fantasear un poco, de lo que es tu vida real y el camino que has elegido. Permítete tener esos pensamientos, que son naturales y seguramente te den alegría, no te fustigues… simplemente ten claro que son dos historias distintas.