Hola chicas, vengo a pediros consejo porque ya no veo cómo solucionar esto.
Intentaté ser breve, os pongo en situación. En enero, mi chico y yo decidimos adoptar un perrete de la perrera que había sido maltratado y que necesitaba acogida urgente. Es de una raza muy enérgica y dominante, por lo que teníamos claro que íbamos a tener que trabajar mucho en él y tener paciencia.
Las primeras semanas fueron muy duras, pero hemos conseguido poco a poco enseñarle y ha aprendido mucho, ha superado muchos miedos y está mucho mejor de salud y de todo. El problema viene aquí. Mi novio pasa mucho tiempo fuera de casa por trabajo, así que la que se queda con el perrete soy yo. Yo encantada le quiero mucho. Pero de unas semanas para acá es como que el perro ha dado un cambio drástico, todo lo aprendido lo ha «olvidado», se mea, se porta fatal por las noches, si le regaño me saca los dientes, si le saco se escapa y le da igual todo, y lo último ha sido ya hoy. Se ha lanzado contra una persona para jugar, no es un perro agresivo, es un cachorrete de 6 meses y cuando le he regañado, se ha lanzado (literalmente) a morderme. He puesto el brazo y ha mordido el chaquetón por lo que sólo tengo una marca.
Me preocupa si en el futuro tenemos hijos o cuando se haga mayor y tenga más fuerza. Siento mucha rabia, me saca de quicio, me produce ansiedad y odio esta sensación porque amo a los animales. Tengo otra mascota y no me ha dado ningún problema así, sé que no debo comparar. Pero la sensación de sentir adversión hacia un animal la odio porque yo no quiero sentir esto. Pero estoy harta. He pensado en buscar un adiestrador o algo, pero no sé si eso da realmente resultados.
No sé qué puedo hacer, me siento superada por la situación pero jamás se me ocurriría abandonarlo o devolverlo a la perrera. Es mi «canhijo» y quiero creer que es una etapa como de adolescencia, pero ahora mismo siento que yo sola no puedo.
Gracias si me habéis leído, siento si es caótico pero ahora mismo estoy desquiciada.