Tengo una hija de 13 que estaba segurísima ella de que jamás se dejaría influir por nadie. Ella controlaba a tope. Uuuh… La cambie de colegio porque tenía problemas con la camorra que había en el (sí, camorra pura y dura, niños para los que sus padres ni miraban si quiera). Con el grupo de amigas nuevo (que nuevo no era porque los conocía por amigos comunes) compraban vapers en el chino. Y antes del primer mes de instituto nuevo, ya había dado caladas a un porro.
Me lo contó llorando porque estaba defraudada consigo misma. Se hizo redes sociales a mis espaldas, y tuve que instalarle el Family Link para que no se hiciese el maldito Instagram. Aún así, encontró la manera de hacerme el lío. Tiene 15 minutos de móvil. Si baja con amigas, a las 9 en casa. Sí acaso la pandilla del colegio (con el que estuvo desde los tres años y a cuyos padres conozco y son dignos de mi plena confianza) se queda hasta tarde porque los padres están en el bar y ellos en el parque de enfrente, puede volver cuando se vuelvan todos (los padres después van repartiendo a los niños a sus casas cuando se acaba la juntanza).
Van a hacer lo que les venga en gana. Mucho diálogo y nada de tapar de nada. Sí hay que frenar a su prima la chula, se la frena. Sí hay que decir «aquí no», se dice. Está claro que ellos siempre van a encontrar el modo cuando quieren algo. No hay nada más fuerte que el ímpetu adolescente abriéndose camino por una vida que creen que conocen. Pero mi obligación como madre es retrasar el alcohol, el tabaco o los porros si los hubiera. Supervisar compañías y por supuesto, vetar las RRSS y más a los 13 años. No porque vaya a beber más mayor, le voy a comprar el calimocho ahora. En casa hay unas normas y exijo su cumplimiento. Cuando su padre se casó, mi hija se emborrachó (no fui a la boda, y cuando me enteré armé la de San Quintín). Y se que a escondidas su padre la ha dejado hacerse más mayor de lo que le corresponde. No tengo la llave de la adolescencia pero esta es la que aplico asíque, HERMANA, no estás sola. Estamos todas igual. Sólo sabremos si fue correcto cuando pase el tiempo y a veces, ni eso. Todas tenemos el mismo miedo. Las compañías son importantes. Su cuadrilla de antes tal vez también hacían estás cosas o peores, pero no lo vemos. Mil ojos, atiende a las señales y mucha suerte. Abrazos.