Son las doce de la noche y llevo una hora llorando. ¿Por qué? Porque me he zampado una pizza 4 quesos que me pedía el cuerpo después de un día que he pasado lidiando con la ansiedad.
Siempre es el mismo ciclo, me entran inseguridades con mi vida y mi cuerpo, me da ansiedad y decido enterrarla con un atracón de algo que normalmente no me permito comer. Minutos después del último bocado ya estoy sintiéndome como una auténtica mierda.
Y justo en ese momento, justo en ese momento soy plenamente consciente de que tengo un problema. No hay día que no desee estar más delgada o tener mejor cuerpo, no hay día que no vea a otra mujer por la calle y desee tener su cuerpo y no el mío, o que me entran ganas de llorar cuando me doy cuenta de que hay algún pantalón que me aprieta más de la cuenta o no me entra. Después de varias dietas y estar constantemente controlando mi peso, me machaqué tanto en el gimnasio (que usaba para castigarme siempre que algún día me pasaba comiendo de más) que me provoqué una lesión por la que ya apenas puedo hacer ejercicio. Y cuando tengo más claro que tengo un problema, más lloro porque no sé como afrontarlo. Sobretodo porque soy muy consciente de lo que es un trastorno alimenticio y me da miedo.
Llevo años intentando inculcarme a mi y a mis amigas el bodypositive, pero lo aplico a todo el mundo menos a mi misma. Hasta algunas amigas sin saber qué decirme solo me dicen un «te prometo que no estás tan gorda como tú te ves». Otras me dicen que debería estar contenta con mi cuerpo porque ellas están más gordas. Pero el problema no es ese, algunas de estas amigas tienen sobrepeso, pero yo en ellas puedo ver la belleza tal y como son. Pero no puedo verla en mi misma.
Sé que el consejo más evidente sería un psicólogo, pero no me lo puedo permitir. Desde que terminé los estudios ha sido imposible encontrar un trabajo. Dependo íntegramente del dinero de mis padres, quienes «no creen en la psicología» y a los que, cuando les he dicho que necesitaba ayuda porque me ahogaba en mi mierda, me han dicho que yo tirara para delante como pudiera que yo estaba bien y ya está.
Siempre pienso que cuando trabaje me lo podré pagar, pero entre la situación económica actual y mi propio estado mental de mierda entro en un bucle en el que cuanto más me hundo más lejos veo el final del túnel. Supongo que solo me queda desahogarme en un sitio en el que tal vez haya alguien que me entienda.