Lo que os voy a contar no es algo que me haya dejado huella, no lo pasé mal, no me sentí indefensa…Pero me dio mucha rabia.

Hace unos años yo estaba en una residencia de estudiantes en otro país, haciendo el erasmus.
Siempre se hacían fiestas allí para conocernos entre nosotros y hacer amigos, y la verdad que a mi me encantaba asistir porque había gente de muchísimos países, podíamos tener conversaciones inter3santes, practicaba idiomas,etc.

En la residencia había un chico que siempre era muy amable conmigo, siempre tenía algo agradable que decir. Yo intuía que le gustaba, pero él a mi no me atraía para mada más que una amistad. Yo siempre fui maja con él, pero nunca le di pie a que pensara que quería nada.

Pues en una de las fiestas se me acercó, estuvimos hablando de muchas cosas, amable como siempre. Sin embargo su actitud fue cambiando: cada vez estaba más pegado a mi y la conversación cambió a «las españolas sois muy calientes», «os gusta mucho el sexo y lindezas del estilo. Yo al principio me lo tomaba a broma, pero llegó un punto que no me hacía gracia. De repente, el chico no sé cómo pero pensó que era un buen momento para manosearme una teta. No un poco por error, agarrada con toda la mano y apretando. Yo estuve unos segundos en shock intentando procesar qué estaba pasando. Cuando me di cuenta le tire mi copa a la cara y le empecé a empujar. Toda la gente me miró como si estuviera loca, pero él se fue avergonzado.

Sé que no es tan grave como muchas historias que contáis. Yo no me sentí mal ni sucia ni nada por el estilo. Pero me dio mucha rabia pensar que sólo por ser simpática con alguien ya tienes que estar dispuesta a escuchar que «eres una guerra» y a que te toquen. Aún no me entra en la cabeza de qué forma pudo pensar que agarrar una teta de esa forma era algo que tocaba en ese momento. Y me hace plantearme qué clase de educación reciben o con qué clase de poder nacen los hombres (y este no era español, por lo que es generalizado) que les permita pensar que eso es una buena forma de conseguir ligar a alguien.