Hola!
La historia es un poco larga, pero intentaré ser lo más breve posible. Toca algún tema un poco delicado, así que por favor intentad no ser muy críticxs. He elegido el subforo de Autoestima porque es lo que me llevó a esto, pero todo termina con la iglesia católica.
A principios de este año intenté suicidarme, mi ex me había dejado, no tengo ni amigos ni familia en España, mi salud iba a peor cada día y no encontraba sentido a nada. Literalmente desde enero he estado en una crisis y una depresión muy muy profundas. Pasé de tener mi espacio con mi compañero de vida a no tener nada y estar en una habitación en una casa desconocida. Intenté tratarlo con una psicóloga y no fue bien. Seguía teniendo dependencia emocional de mi ex todo este tiempo y mi obsesión compulsiva no me dejaba soltar nada en general.
Por algún motivo de la vida, acabé yendo a una iglesia. Sí, yo, que he sido una atea empedernida toda la vida. Los motivos que me llevaron a ello son más largos de contar, pero la cuestión es que terminé en la parroquia más cercana. Empecé a ir a misas todos los domingos y sinceramente, acababa fatal. Los primeros días me pasaba toda la misa llorando y cuando volvía a casa tenía clarísimo que no iba a volver. Pero volvía. No sé qué pasaba ahí, no soy del todo consciente, solo sé que los primeros domingos fue muy mal y me sentía fatal y que poco a poco empecé a sentirme tranquila.
Decidí confesarme. No sabía exactamente el procedimiento ni nada, pero me lancé a ello. No perdía nada y quise intentarlo por si me ayudaba a descargar la culpa que llevaba arrastrando años. Fui, y digamos que la confesión en sí fueron 5-10 minutos, el resto de la hora y media fueron mis preguntas (un tanto incómodas) sobre la iglesia católica y en general la religión. Ahora lo pienso y sinceramente podría haberme cortado un poco, el sacerdote aguantó estoicamente todos mis comentarios y preguntas complejas sobre otras religiones, espiritismo, la pederastia en la iglesia y otros temas. Salí de ahí un poco mejor. Era un mundo que no conocía y de alguna forma por un momento sentí que este sacerdote vio lo rota que estaba por dentro y supo transmitirme paz. Mi mente se calmaba cuando me hablaba y todo ese ruido en mi cabeza se disipaba. No sé si era por la curiosidad sobre lo nuevo o porque realmente supo ver algo y ayudar de alguna forma.
Decidí que no quería dejar pasar esta tranquilidad, porque es algo que ansío toda mi vida. Él me invitó a unas clases de formación religiosa y acepté. Sigo yendo a las misas porque me ayuda a conciliar el ruido interno y a salir de casa. Y también nos vemos todas las semanas donde hablamos un poco de todo. Siento algo de conflicto porque como he dicho, siempre he sido atea (los últimos años era más agnóstica escéptica), pero no quiero renunciar a esto. Sé que muchos no lo entenderán o no estarán de acuerdo o puede que me digan que pruebe con meditación, mindfulness, buscar un buen psicólogo (estoy yendo a otro), etc. porque es lo que me diría mi yo del pasado. Pero todo eso ya lo hago, tengo momentos para mí, suelo hacer meditaciones y bueno, intento mantener mi cabeza ocupada. Llevo haciendo todo estos meses y nada me ha funcionado de la misma forma.
Ahora bien, tengo miedo. Es un miedo a lo desconocido, a verme quizás atrapada en algo que no sé qué es, a los prejuicios, a que las cosas no salgan bien o que en algún punto vuelva a todo ese ruido mental. Estoy aterrada. Por un lado quiero seguir descubriendo esto, creo que no estoy haciendo daño a nadie, pero por otro lado me siento extraña. No creo que pueda estar de acuerdo con ciertas cosas que predica la iglesia, sobre todo las más radicales, pero… ¿puedo quedarme con las que sí me convencen? ¿Cómo concilio todo mi pasado con mi presente? También tengo algo de miedo de apegarme mucho al sacerdote. Me da algo de miedo agarrarme a él como a un clavo ardiendo. Literalmente creo que nadie me ha abrazado como él en los últimos 7 años (y que no fuera mi ex) y me he sentido muy tranquila. No me malinterpretéis, no veo en él nada romántico, pero se siente como estar en casa. No siento que quiera hacerme ningún tipo de daño, me siento segura.
En fin. No sé si a alguien le ha pasado algo parecido alguna vez. Entiendo que puede traer cola, sobre todo por todo lo que ha salido, pero… ¿puedo conciliar mi mundo con esta parroquia y este sacerdote? ¿Cómo lo veis?