Recién tuve a mi bebé el 12 de diciembre, mi embarazo fue casi secreto porque así lo decidí, después de 2 pérdidas y con la pandemia, tenía miedo, sobre todo de que algo pasara y tener que explicar que perdí otro embarazo.
Tengo ya casi 40 años y sentía que iba contra reloj, cuando veía a otras embarazarse sentía envidia y malestar, trataba de enfocarme en lo que tenía y no en mis carencias, terminaba ignorando el asunto. Al final cuando la prueba de embarazo dio positivo, fue una mezcla de emociones, entre sorpresa, alegría y miedo, pero por alguna razón no me alegraba de los demás embarazos que ocurrieron en mi familia, como si quisiera ser yo la única embarazada, seguí firme con mi decisión de decirle sólo a mi familia y amigos más cercanos, como si tuviera miedo que la envidia que alguna vez sentí, alguien más la tuviera y me causara algún daño, no publiqué fotos en redes sociales, y por la pandemia no hubo baby shower, al pendiente estaban algunas amigas, y mi familia que eran los únicos a los que les envié fotos de mis ecografías y de mi pancita de embarazada.
A las 36 semanas de embarazo cuando me iba a hacer una sesión de fotos con mi esposo y mi hija de 10 años, tuve ruptura de membranas y me hicieron una cesárea de emergencia, no me esperaba que llegara así el final de mi embarazo, quería seguir embarazada un mes más y ahora después de unas semanas empiezo a sentir nostalgia por mi embarazo, por mi barriga, por la sensasión de llevar el bebé en mi vientre, por las fotos que no me pude hacer y por el baby shower que no pude tener, por la fertilidad que creí se me acaba, por la juventud que poco a poco se apaga, por saber fue mi último embarazo y no voy a volver a sentir a mi bebé dando pataditas, es extraño porque durante todo el embarazo era consciente de ésto y traté de hacerlo más vívido y poner atención cada movimiento, cada molestia, no se si me obsesioné o si es depresión post parto,pero creo que siento o sentiré envidia de los nuevos embarazos de otras personas y las experiencias que van a vivir.
Esto es irracional, lo sé, pero de pronto no puedo superarlo, aclaro que no soy una mala persona ni le deseo el mal a nadie,es sólo que de pronto me inunda una tristeza que me hace llorar, y al mismo tiempo estoy tan feliz de que mi hijo esté sano y que mi hija tenga por fin el hermanito que siempre me pidió. Estoy agradecida de verdad con lo que tengo y lo que me tocó vivir, pero a veces estos pensamientos intrusivos no me dejan ver lo bonito de la vida. Mi esposo me dice que es depresión post parto y que ya se me pasará. Yo no se como estar conforme entre lo que quería y lo que no pude ni podré tener. Cuando lo veo desde fuera me parece tonto y superficial, pero a veces me duele mucho y no se cuando va a dejar de importarme y aceptar que así me tocó y que es normal también crecer y envejecer.