Me lo ha contado una amiga, que si, de verdad, que es ella, yo no me hablo con mis exs me voy a hablar con sus padres.
Total que se encuentran en el super en plena pandemia, saludo rápido y ahí quedó el tema porque no estaban las cosas para más. Ella piensa, y este, que hace comprando aquí si no le pilla cerca de casa…y olvidado.
Hasta que en fase II se vuelven a encontrar y él hace amago de conversación, y la cuenta que se ha separado, que a ver si encuentra novia y que vive ahora en este barrio y mucha sonrisa. Mi amiga entre procesar tanta info y quedarse perpleja no llega a mucho más que contestar ah si, esa zona está muy bien a lo que recibe la respuesta de, apunta mi dirección y cuando quieras te pasas por casa que ya se puede.
Imagino la cara de mi pobre amiga, cuantas cosas no la pasarían por la cabeza y me muero de la risa de pensarlo. Evidentemente huyo despavorida y hemos decidido cambiar de super por el momento, y de número de móvil aún no, pero todo puede llegar.
Me lo contaba recordando, cuando estaba con el idiota de su hijo, notaba que a veces me miraba raro, pero entre lo cría que era yo y que con el niño ya tenía bastante.
Donde llegará esta historia? Os ha pasado algo parecido? No es para morirse de la risa pero desde fuera?