He leído varias veces a las chicas de WLS que intentemos promover las risas y el buen rollo, así que me he decidido a contaros esta chorrada que hizo que ayer mi chico y yo llorásemos de la risa en casa.
Domingo de confinamiento, palomitas, netflix, siesta, más netflix, te rozo el paquete, te froto el chichi y ras que te vas, un polvo echarás.
La verdad es que lo dimos todo con ganas, se nota que teníamos efusividad de sobra y energía acumulada. Y yo reconozco que soy un poco escandalosa así que imagino que pegué algunos chillidos. Sobre todo al correrme, que no puedo evitarlo, se me va un poco la olla y pego berridos como una cabra.
Me corro, me quedo extasiada en la cama con los ojos cerrados, y a los pocos segundos empiezo a escuchar vítores y aplausos.
BRAVOOOOOO
HURRA!!!!
OLE!!! VIVA!!!
Estaba tan abstraída que lo primero que pensé, mejor dicho, que pensamos los dos, fue que los vecinos nos habían escuchado follar y nos estaban aplaudiendo. Me puse roja como un tomate y quise desaparecer hasta que escuché:
VIVA LA SANIDAD PUBLICA!!!!
Y entonces recordé que nada de eso era por mi. Que eran las 20h y tocaban aplausos vecinales.
JA JA JA JA
No os podéis imaginar el puto ataque de risa que nos dio a ambos. Nos arregló el día y la semana.
Por favor, sigamos contándonos estas pequeñas tonterías del día a día para permanecer cuerdas estas semanas, os quiero hermanas!