Buenas, vengo a contar mi historia a ver si alguien me da otro enfoque.
Llevo un año saliendo con mi pareja, los dos rozamos la treintena y venimos de relaciones chungas que nos dejaron una huella jodida, pero lo suyo es más actual y sigue yendo a terapia. Eso hace que él, desde el minuto uno, me dijera que no podía aportarme seguridad en el sentido de que es un desconfiao con las relaciones. Que no podía asegurarme si lo nuestro saldría bien y otras cosas así nihilistas.
Acepté aquello sin más problema porque nos estábamos empezando a conocer, yo tampoco puedo prever nuestro futuro, y porque es un tío magnífico con el que me complemento a la perfección. No le puedo poner pegas, excepto de que ya llevamos un año y, respecto a esa confusión suya relativa a los sentimientos, sigue igual. Hablamos bastante de todo esto, pero el otro día ya me enfadó un poco esa indecisión suya y le pinché hasta que me dijo algo distinto a lo de siempre. Acabó soltándome que me quiere, que sabe que quiere estar conmigo, pero que no me «ama».Y para él, amar significa que no siente esa «devoción» que sentía por su ex (la que le destrozó porque le mintió y le dejó por otro), por lo que se siente a veces un poco huérfano.
Le contesté que yo ahí no podía hacer nada, que entonces él acabará dejándome por otra que le aporte todas esas cosas que le gustan de mí pero además la ame. Que eso me suena a que yo no soy la indicada para él. Pero él me respondió que en realidad lo que quiere es lo que yo le doy: comodidad, confianza y tal. Y que para que otra ocupara mi lugar tendría que vivir con ella todas las cosas que ha vivido conmigo y todo el tiempo que pasamos juntos. Le pregunté si me veía en su futuro y a eso contestó rotundamente que sí.
Y aunque no soy partidaria de emparanoiarme con las cosas que pueden salir mal en el futuro, ahora no puedo evitar tener miedo, como si nuestra relación estuviera sentenciada a acabar como el culo y yo seré la víctima. De hecho, cuando me dijo eso de que no siente devoción por mí, estuve a punto de levantarme y largarme del restaurante. Pero él me frenó porque me abrazó mucho y me dijo que todo está bien, que le da muchas vueltas a eso y que la terapeuta le dice que no se ralle tanto. Y yo al fin y al cabo le quiero. Pero tampoco quiero «conformarme», ni sé si esto es conformarme. ¿Seguir con él, aunque ya me ha dicho que no me ama, es conformarme? Me aporta muchísimas cosas buenas, a mi edad ya he salido con muchos tíos y sé que éste merece la pena.
Muchas gracias a las que me leen. A falta de psicólogo, este foro es muy útil y cumple una obra social.