Buenas! Querría compartir una anécdota y conocer opiniones ajenas, por curiosidad.
Hace como unos 12 años contacté con un chico vía alguna web de contactos antecedente de lo que hoy sería Tinder y similar. Quedamos en persona solo en una ocasión. Fuimos a tomar algo y a dar una vuelta. En aquella época yo estaba muy hedonista y me insinué, a lo que él respondió con un rollo de dudas y comeduras de coco. Total, que él se lo perdió. No volví a saber nada, ni tampoco me preocupó.
Al cabo de todo este tiempo, el tío me vuelve a contactar a través de Facebook. Me escribe un tocho impresionante sobre esa cita que tuvimos. Yo no me lo tomo mal, pienso «no parece mal tipo y ha sido educado contigo». Con buenas intenciones, al menos por mi parte, iniciamos chateo-whatsappeo. Yo no quiero más que tener una relación de amistad y cordialidad. Empiezo a ver detalles que no me gustan, como por ejemplo que le van las bromitas sexistas. Por ejemplo, en una ocasión charlando sobre Inés Arrimadas (que no es santo de mi devoción), comenta «es guapa (lo es) pero pena cómo piensa, habría que ponerle el tanguita en la boca y que estuviera calladita». Como mujer, me toca los ovarios esa «gracia». Me refiere también que en una ocasión, otra amiga suya se molestó porque le comentó que en el taller donde él echaba una mano «las únicas mujeres que habían eran las que enseñaban las domingas en los póster». Un día también me empezó a hablar del porno que le gustaba, curiosamente escenas en las que la mujer aparece bien sumisa.
Al margen de estas capulladas, yo comienzo a sentirme juzgada por él, me acusa de «Hater», negativa, pesimista…Yo soy una persona con un toque de humor negro, ácido y tajante a veces, marca de la casa. Pero eso no quiere decir que esté amargada ni que odie por sistema. Soy partidaria de expresar todas las emociones y no reprimirlas, aunque sean negativas, no se puede estar sonriendo siempre. Él me venía con aleccionamientos, filosofía positive de baratillo. Total, que he decidido que no había flow y que hasta otro ratito.
Me he sentido molesta, porque me he sentido juzgada, malinterpretada, etiquetada. Y os juro que yo iba de buenas. Gracias por leerme.