Hola! Tengo una situación un poco confusa. Soy latinoamericana y estuve por Madrid á inicio de año estudiando, fueron los mejores meses de mi vida. Usé Tinder y tal, quedé con varios tíos bastante majos pero no pasó a más, faltando 2 meses y medio para devolverme salí con Juan, fuimos a comer croquetas y luego me quedé a dormir en su casa, al día siguiente cuando amanecí supe que podría amanecer con él todos los días de mi vida; a los tres días de conocernos yo le iba de viaje por 1 mes y volvía a España. Durante el viaje seguimos hablando y pues empezó el cariño y demás, cuando volví pasamos varios fines de semana juntos y él se quedaba en mi casa muchos días, al final terminamos siendo novios, aunque los dos estábamos conscientes de que yo me iba pronto. Acordamos que yo iría en diciembre a visitarle y que él vendría en Agosto del 2020.
Yo le vine a mi país y tener una relación a la distancia ha sido lo más complicado del mundo. Aquí viene el asunto: como yo voy en diciembre hablamos de que me quedé y de casarnos y tal, los dos consideramos que somos el amor de la vida del otro. Es un tío muy solete, me trata súper bien y ha demostrado ser incondicional en 7 meses de relación (la mayoría a la distancia) y yo estoy dispuesta a irme para construir la vida juntos que soñamos, pero también a veces pienso en todo lo que dejo, mis lugares, mis personas mis cosas. Tengo 23 años y no he acabado la carrera.
¿Piensan que estoy loca por cruzar un cuerpo de agua gigante y dejar atrás muchas cosas de mi vida por intentar construir algo con el amor de mi vida?
Gracias por leerme.