Es una de las fantasías femeninas más comunes que existen. Hay quien lo asocia a los roles de género, quien lo asocia a un deseo de perder el control de forma que como no está reprimido todo está bien y permitido, una forma del cerebro de protegerse ante imaginarse otras prácticas sexuales, como no estarías participando activamente no hay culpa… y quien dice que es una fantasía más, que al final, como pasa en la cabeza, no es grave. Tú misma dices que es cuando ves películas o series con esas escenas, sabes que no es real, eso no debe hacerte sentir culpable, no estás queriendo que violen a otra chica, si no viendo una escena pactada y seguramente imaginándote a ti de protagonista (además las fantasías son muy apañadas, no hay dolor, las sensaciones son las que quiere tu cerebro, si algo no te gusta a ti no te pasa en tu fantasía…).
Y si quieres llevar algo a la práctica, que todo quede claro antes, que haya palabra de seguridad, que pongas hasta dónde quieres llegar… todo eso es necesario. Y quizá te sientas más cómoda si simplemente empiezas por juegos en los que él te sujeta y tú estás «vulnerable», y con el tiempo y la confianza vayas subiendo intensidad si ambos os sentís a gusto.