Pues mira.
Yo he sido gorda casi toda mo vida excepto después de ser mamá, que engordé(más) y decidí perderlo todo. Me puse a ello y pasé de 89k a 56. A los 2 años empecé a engordar de nuevo por diversas causas. Y desde entonces, mi padre, sieeeeeeeeeeeeeeempreeeee que me ve, está en las mismas. Que si me voy a quedar en una silla de ruedas, que no voy a poder ni trabajar, que tengo un culo deformado, que estaba más guapa cuando me quedé delgada, bla bla bla. Le dije por activa y por pasiva que dejara de decírmelo. Y se lo pasó por los huevos. Ahora se lo dice a mi hija, pero por ahí no paso y dejé bien claro lo que hay. Hoy, alguna vez se le escapa, pero ni por asomo la cantidad de veces de antes, ni la agresividad con la que nos lo hacía saber. Como si no tuviera peso y espejos en mi casa…
Así que mi consejo es decirlo, pero decirlo bien una sola vez. Con decirlo suavemente 200 veces no sirve. 1, como decía mi abuelo: más vale 1 colorada, que ciento y amarilla.
Suerte, porque sé cuánto afecta.