Por fin he perdido ese peso muerto que me hacía tan mal. Ese peso que me humillaba. Ese peso que me maltrataba. Ese peso que me hizo dejar de ver a mis amigos.
Ha sido un peso que me costó mucho dejar. Yo no lo veía que me hiciese tan mal. Pero poco a poco esos 100kilos me hacían hundirme más y más. Cada día me hacían más miserable! Eran 100kilos muy tóxicos y me empezaban a ahogar.
Por fin le deje atrás y ahora me siento libre, ligera y feliz!
Simplemente una nota (con algo de humor) de cómo dejar a mi exnovio que además de tóxico era in maltratador psicológico y mentiroso compulsivo! Con esto solo vengo a contar cómo es posible salir de ese “hoyo”. Una vez fuera te sentirás libre!