Hola a todas y a todos:
Lanzo esta pregunta porque llevo un tiempo sintiéndome mal por este tema.
La relación con mi madre era buena hasta que me quedé embarazada. Es el primer nieto de la familia y entiendo que le hace mucha ilusión pero me molesta que a menudo insista en cosas que ya le he dicho que no quiero o que me intente hacer cambiar de idea.
Sé que no lo hace con mala intención pero siento que no me toma en serio como madre, que mis decisiones son menos válidas que las suyas, como si necesitase su ayuda para todo cuando no se la he pedido. Son decisiones que tomo junto a mi pareja sobre crianza, lactancia, el parto o el postparto y ella me dice que en su época no era así, que ahora hay demasiadas opiniones.
Últimamente me incomoda sólo con decirme que quiere llamarme para hablar, porque en cada conversación tengo que decirle que «no» varias veces, no me apetece mandarle fotos de mi barriga, no me apetece que entre a la sala de partos, no me apetece comprar más ropa para el bebé porque tenemos suficiente, no me hace gracia, aunque sea una broma, que diga que ella es la abuela y tiene derecho a hacer con el bebé lo que quiera. Y a la vez me siento mal por no querer hablar con mi propia madre, que ha estado siempre para mí. Es como si ahora la necesitase de otra manera pero ella no lo pueda entender, a veces me parece que me vuelve a tratar como cuando era niña.
¿Os ha pasado?¿son las hormonas o es que soy una capulla?¿se nos pasará y volveremos a estar como siempre?