Ha llegado el veranoooooo y eso significa que me toca compartir muchos días con mis suegros. Ellos viven en el otro lado del país pero en verano nos juntamos en la casa del pueblo y así están con sus nietas.
La cosa es que mi cuñada tiene dos niñas, las dos delgaditas y bastante repipis (todo hay que decirlo), mientras que mi hija es más bien gordita y bastante ‘brutiña’ como decimos en casa. Pues mi suegra ya el año pasado la martirizó con comentarios de que tenía que adelgazar que mirase a sus primas lo bien que están y que hay que comportarse como una señorita. Mi hija no es maleducada pero se comporta como una niña de 8 años normal y corriente, sin finuras, sin ser grosera pero tampoco una pitimini.
Como ella quiere mucho a su abuela no le contesta mal para nada pero el otro día antes de ir al pueblo ya me dejó caer que a ver si la abue esta año no se ponía pesada con que adelgazara. Ya le dije que no le haga caso, que cada uno es como es, pero está claro que a la niña le afecta.
El otro día se lo dije a ella mientras preparábamos la comida, le dije que por favor no le diga esas cosas a la niña y que deje de compararlas porque a mi hija le duele y por encima la mujer va y me dice que si yo no me preocupo tanto por su salud que alguien tendrá que hacerlo. Ya le dije que eso es mentira y que se deje de gordofobias pero me dice que no me ponga así, que ella no lo dice por mal y me deja con la palabra en la boca como quitándole importancia.
Es mucho. Ya le dije a mi marido que último verano que nos venimos al pueblo con ellos porque a la niña no le va nada bien pero aquí todo el mundo dice que exagero y que esos comentarios no son para tanto. Por favor decirme que no estoy loca y que esa señora no le está haciendo ningún bien a mi hija porque vamos…….