¡Hola!
Me gustaría contaros algo que sucedió hace casi 3 años. Os invito a si lo necesitáis, soltar lastre aquí. Yo lo he callado durante mucho tiempo y no os lo aconsejo. Siempre he tenido la sensación de que este foro es como una especie de familia donde nos podemos apoyar entre nosotras. Y si necesitas mi apoyo, aunque no te conozca, lo tendrás, y más, si es en algo relacionado con este tema.
Hace casi 3 años tuve un aborto espontáneo de 5 semanas, y la experiencia fue bastante horrible. No por el aborto en sí, que obviamente también. Os pongo en situación.
Llevaba más de tres años con mi pareja, y pasaba bastante tiempo en su casa (vivía con sus padres, pero siempre fui una más), teníamos una relación consolidada (o eso creía yo) y aunque el embarazo no fue buscado, surgió.
Era un sábado por la mañana, estábamos solos en el piso ese finde y por diversos motivos, decidí hacerme un test de embarazo. Él no le dio mucha importancia y no entró al baño, se quedó jugando en el pc.
Imaginad mi shock cuando veo DOS líneas en ese test. Hasta entonces todos los test que me había hecho habían salido blanco nuclear, vamos, que por más vueltas que le diese, le pusiese más luz, el flash del móvil o lo que fuese, ahí no había nada. Pero en este si. Dos líneas super marcadas. No había duda, ¡estaba embarazada!
Estaba super emocionada, eufórica incluso, porque el sueño de mi vida siempre ha sido ser mamá. Entiendo que para algunas mujeres no lo sea, es tan respetable como cualquier otra decisión personal, pero para mi era cumplir un sueño.
Le di la noticia y no tuvo la reacción que esperaba, porque aunque no le gustaban mucho los niños, siempre me dijo que conmigo quería tenerlos. El día transcurrió con normalidad hasta la tarde-noche. Nos estábamos arreglando para salir, porque habíamos quedado con unos amigos suyos.
Al entrar al baño, vi que estaba sangrando, y sabía que algo no iba bien. No sentía nada «raro» pero esa sangre no podía ser una buena señal. Salí del baño bastante asustada y medio llorando, le conté lo que pasaba y le pedí que me llevase a urgencias porque sentía que algo no estaba bien. ¿Cuál fue su respuesta? «Claro cariño, no te preocupes, todo irá bien» pensaréis.
Pues no, su respuesta fue, textualmente: «Te preocupas demasiado, yo me voy que me están esperando, ya tu haces lo que quieras». Cerró la puerta y se marchó.
Imaginad mi cara, descompuesta, entre el papelón que acababa de descubrir y el shock de que me hubiese dejado tirada en el momento en el que más lo necesitaba.
Por casualidad o por cosa del destino, una buena amiga me llamó en ese momento, y cuando le expliqué qué me estaba pasando no dudó un segundo en venir a por mi. Estuvo a mi lado en cada momento. Cuando me hicieron la eco, y la ginecóloga me dijo que estaba sufriendo un aborto, se me vino el mundo encima. Imaginad lo que es enterarte de que estás embarazada, de que lo estás perdiendo y de que a tu pareja le importas una mierda, el mismo día. Una locura.
Me dieron una medicación para ayudar a expulsarlo todo más rápido y me dieron el alta. Esta amiga (gracias T si me estás leyendo) me llevó a casa de «mi pareja» a por mis cosas, me ayudó a recogerlas y me llevó a su casa. Se pasó toda la noche en vela conmigo, consolándome, escuchándome y estando ahí.
¿Os podeís creer que ni siquiera me mandó un mensaje para ver cómo estaba? Al par de días me mandó un WhatsApp para preguntarme qué me ocurría.
Obviamente dejé la relación en ese momento.
De este tema estoy empezando a hablar ahora, casi a los 3 años. A mis padres se lo conté hace un par de meses, y fliparon, claro. Aún hoy me es algo difícil hablar de esto, pero sé que puedo hacer algo con todo lo vivido, animas a mujeres que se sientan igual de mal, perdidas, y abandonadas como me sentí yo.
El camino es difícil, pero siempre el peso entre dos se lleva mejor. Habla de ello, por desgracia es algo que ocurre más a menudo de lo que nos pensamos, y seguro que tus seres queridos te apoyan y arropan.
Como os dije al principio, os animo a compartir vuestros sentimientos o vivencias propias si así lo queréis. Un beso a todas y mucho ánimo y cariño a la chica que me lea y esté pasando por algo parecido.