AVISO: Larga historia del mes de Mayo hasta ayer:
Hace 15 días que fui a un bar donde se hacen intercambio de idiomas… Pues bien, siendo la segunda vez que acudo al sitio, el cual para mí interés principal es el de practicar Inglés con gente nativa… Resulta que cometí un acto del cual me y no me arrepiento… Es un poco difícil de explicar mi sentimiento. Sé que hice algo que no debí hacer en el sentido de la mala gestión por mi parte (ya estaba «piripi», pero no demasiado porque nunca me pasó de cantidades, lo controlo de lujo eso, aunque de poco me sirvió esta vez, ahora os digo)… Entonces, mi primer día de ese intercambio fue hace 22 días (el 30 de abril a las 21h., que es cuando comienza…).
Yo llegué media hora tarde, porque curré ese día, así que llegué allí y al entrar pues tuve que buscarme un grupo de gente para poder comenzar a practicar Inglés… Y, paseando por el bar, veo a un chico alemán que estaba como un verdadero queso, para mí era mi prototipo de chico físicamente y en estilo y… Bueno, yo necesitaba ligar (no era mi intención en su inicio, pero ya llegué ese día con el chip de: «buscaré a un chico, que desde diciembre que no hago nada»). Tenía en mi mente que yo soy una leona porque necesitaba subir mi moral porque sí, porque estaba un poco decaída en esos días… Y me lancé a hablar con el grupo, que estaba jugando a un juego de mesa («Jenga») jajaja… Y entre todos hablábamos, reíamos,… Fue agradable todo. Y bien, pues hablé un poco con él, claro… Y me di cuenta de que yo le gustaba (se ponía nervioso y alegre, en plan un poco más activo a la hora de jugar al Jenga… Son cosas que las mujeres notamos y sabemos). Y nada, pues al rato se acabó el juego y la gente o se dispersaba a por una cerveza, etc.
Entonces yo me fui al baño, así me podía ir del grupo donde el alemán ya se había retirado a por su «tercio de cerveza», cómo no… Y para planear yo una estrategia para acercarme a él, fui caminando hasta llegar a la barra en un punto cercano a él, y así tras pedir mi bebida me lo «tropezaba» de frente. Pues bien, ésto se cumplió y le saludé, y estaba hablando con otro chico español y entonces ya estuvimos los 3 hablando en Inglés… Y, poco después, el español se fue a por su bebida y el alemán y yo nos movimos un poco para «hablar mejor», jeje… Así que empezamos a hablar de cómo eran nuestras vidas, y como él llevaba 1 mes en España, pues le pregunté si le estaba gustando y tal… Y me dijo que sí y me contó algo gracioso y yo le conté que también me sucede lo mismo, blablabla… Y se rió junto comigo.
Bueno, el caso es que luego se nos acercó un francés y nos cortó el rollo. Pero seguimos hablando como con el español desaparecido. Luego el alemán se fue al baño y al volver le molestó que me riera con el francés y nosotros compartimos el tema gracioso con él y nos soltó un poco borde está frase: «Do you think I care about it?» Y el francés y yo nos quedamos mudos. Entonces después se fue el francés y me quedé sin mucha gracia, pero hablamos a solas de nuevo porque yo no quise ser dura y él quiso mostrar interés en mí, como haciendo que no pasó nada y que no quería habernos hablado así. Yo le di esa oportunidad… (Error, seguramente). De ahí me dijo que él se iba a pedir otro tercio y si yo quería ir también, le dije que sí, que tenía sed también de tanto hablar… Y no sé por qué, pero tenía toda la pinta ya de que intentaría pagarme la Coca-Cola y no lo hizo, y yo ya estaba en modo: «No se disculpa pagándome la bebida y pretende ligar…», me resultó de estúpido. Así que yo pagué lo mío y a mi lado había un chico sentado que me empezó a hablar (uno que no tenía amigos, se notaba). Pues no me dejó de hablar y, yo ya estaba que tenía un poco de mosqueo con el alemán y estuve escuchando el monólogo de ese tío puertorriqueño (con perdón, pero es regordete y muy pesado hablando)…
Me bebí la Coca-Cola enterita con este pesado y yo estaba esperando a que el alemán se me acercara a interrumpirnos, pero ni eso hizo, ya que estaba ya distraído con otro. No fue capaz ni de demostrar interés (ni aunque fuera para hacer ciertas cosas conmigo). Pues me despedí del puertorriqueño, del español que me lo crucé detrás mío y, cerca de la puerta, estaba el alemán y le dije: «Goodbye. Next Saturday are you coming back?», y dijo que sí, y después me dijo: «Go home safely, okay?», 2 veces, en plan que estaba ya rayado por su comportamiento, mientras me miraba con ojos de pena y también a mis labios fijamente. Le contesté: «Thank you, thank you» (alegremente, porque con su expresión, ya supe bien que le gusto mucho). Pues ya una semana después, llegué igual: minutos más tarde y le vi allí, pero me hice la interesante y no acerqué directamente… Así que me puse a saludar a gente del otro día (del juego), pedí un tercio, busqué asiento y solo pude sentarme detrás de él. Pues fingí no verle y a los 10 segundos se gira él y me saluda con la mano como «Hola, me estás viendo, no finjas»… Pero con una sonrisa un poco hipócrita. Lo que pasa es que le gusta que le persigan y eso yo lo sé, porque muchas chicas del pasado le deben de perseguir, y esa es su costumbre.
Pero yo lo sé y aún así quería ligar con él, me daba igual, solo que no iba a ser yo la que le siguiera después de sus cagadas anteriores… Le tocaba a él mover fichas sí o sí. Y yo le saludé y me senté a su lado junto con el grupito con el que estaba, que era otro alemán y 2 más… Y me presentó al alemán y otra vez otro pesado… Y él se puso a hablar con los otros 2. Me tuve que poner a hablar con ese alemán que no me gustaba y quería estar con el que me gusta, pero no tardó mucho en acabar de hablar con ellos y se acercó a nosotros le dijo al nuevo alemán: «¡Ella ha estado en Colonia!», refiriéndose a mí, porque se acordó de que se lo había contado el otro día. Y de nuevo me quedé otros 10 minutos con ese nuevo. Pues al fin se une a nosotros y ya cuando llevamos un rato los 3, empiezan a decir otros de hacer un tour por bares de la zona, y yo: «No sé, lo pienso un poco, que vivo lejos». Y como había una chica, pensé que vendría, así que confirmé, porque no estaría yo con 4 chicos de bares. Pues cuando ya nos íbamos del bar, la chica me dijo que no vendría pero que no me preocupara, que estaba en buenas manos… Y yo ya no quise decir que no, porque mi objetivo iba con ellos… Y él me animó a ir, así que tuve que ir. Y nada, nos fuimos a un bar a tomarmos una, luego a otro y el nuevo se fue a casa.
Fuimos a un bar pequeño y el alemán me pagó el tercio. Me fui al baño a mear y a arrojar el tercio por el retrete porque era Mahou y lo odio, y me estaba riendo sola mientras hacía eso, porque también era el modo de fugarme de ahí cuanto antes… Así que salí del baño y el alemán ya no tardó en ver qué «me lo había bebido casi todo» y lo dijo, pues empezó a hacerme caricias en la espalda y yo con la vergüenza porque era incómodo delante de los otros (uno era el español que quería ligar conmigo también, y otro un hindú super majo pero que estaba súper pedo y bailando solo). Así que yo le hice miraditas de confianza al alemán y no le toque, porque me daba vergüenza. Y el hindú dijo que nos fuéramos a un sitio más bailable, por favor. Pues bien, al fin y por último entramos en un garito y yo seguía alegre, encima ya lo había logrado. Para entrar había que pagar consumición, así que venga, otra copa (ya en total 2 copas de ron y 2 tercios). Me sacrifiqué. El alemán estaba cediendo lo de entrar allí porque creía que yo quería, pero yo prefería quedarme a solas con él y no pude, no supe pensar y decir no a los otros. Tampoco los íbamos a dejar tirados ahí dentro. Entramos y estuve bailando con el hindú, pedísimo él, y el alemán bebiendo y mirándome y el español mirando y medio bailando…
Ya 3 bailes y se fue el hindú a sentarse, que estaba en su máximo esplendor y, el español, al minuto, se fue al baño. Bien, a solas nos quedamos el alemán y yo. Nos miramos intensamente y nos fuimos a un rincón muy alejado a besarnos. Me dijo mientras: «Vámonos de la disco» y yo: «Sí, lo mismo te quería decir». Nos fuimos y justo estaban encendiendo luces y, para nuestra suerte, pudimos huir de los otros con la excusa de haberlos perdido de vista. Nos fuimos a una calle al lado a besarnos adecuadamente. Y, de ahí, queríamos subir el nivel. Pues sugirió de movernos a un sitio más privado cerca, y que yo le indicará alguno, nos fuimos moviendo con Google Maps por donde vi un «parque» (no sé cómo se fió de mí, con lo pedo que iba)… Pero disimulaba mucho mi pedo, creo que no se dio cuenta, porque me mantuve muy callada y seria (para besar también, claro, y yo estaba cachondita). Y nos fuimos a andar rápido casi 1 km. (el pobre debió sufrir mucho el aguante jajaja…). Improvisé y le dije: «Aquí mismo», y él: «Uff, bueno, espero que mañana no salgamos en las noticias». Le dije: «Don’t worry «. Y me bajé al pilón. Acabamos y nos sentamos en un banco a pocos metros del escondite del pecado, y me dijo que el próximo sábado se iba a Alemania y que al otro volvería al bar.
No me quiso dar su teléfono ni nada, me pidió que volviera al bar en 2 semanas porque quería que reserváramos habitación de hotel, y le dije: «Vale, sí, me parece bien, también quiero». De ahí nos fuimos y me acompañó hasta mi parada de transporte público (5 minutos). Le dije que es un demonio, entre risas, y me dijo que no, que la diablesa era yo, entonando: vamos, desde luego, guapa. Y me reí. Y le pregunté que nota me pondría del 1 al 10, honestamente, y me dijo que un 8. Me dijo que no quiere novia y me preguntó que quería yo, le dije que no pienso en nada ahora mismo, me dejo llevar por el momento presente. En la parada, me besaba sin parar y estaba hasta un poco encariñado conmigo, porque puso su frente unos segundos con cara de niño bueno hacia mí, casi apoyándose en mi cara, y me besó y me susurró suavemente: «You make me very horny». Le dije: «I like you». Se asustó un poco, pero le solté rápidamente a un oído: «You’re so sexy». Me pidió que le repitiera esto y se lo repetí en el otro oído. De ahí, le di un lametazo en el cuello, luego otro en el abdomen, en un pezón y le abrí la bragueta, le di otro único lametazo en el pene, le cerré mal la bragueta y le dije: «Goodbye» y él me dijo «Goodbye» y algo más que no oí del pedo que yo tenía.
En 2 semanas volví al bar y yo estaba un poco indignada con todo, pero yo ya me mentalicé de que me la debe y lo deseo hacer con él. Pues ese sábado no apareció por el bar. Me lo imaginé, no me fue de mucha sorpresa. Ya tenía yo en mente que o bien es un inmaduro y capullo… O bien, por ahí andará, a saber… Si en Alemania, o con otra chica nueva… O en su casa. Lo que sea, pero no vino (y eso que él me lo pidió). Un mal queda total. Él tiene 28 años y yo 29. No maduráis los hombres y nosotras seguimos picando en la trampa. Pues no sé si volveré a ese bar este sábado, no debería, lo sé. En caso de ir, haber cómo actúo yo y, si él aparece (que no me lo espero para nada), a ver qué cosita me cuenta. En fin, para poder hacer sex0 la de movidas… Pero yo quería conocerle más y ya no me interesa. Solo quiero acostarme con él y sé que no se lo merece. Pero es que me excita como pocos me lo producen. Es como que del 1 al 10 me pone a 1000. Otros chicos me han producido lo mismo, pero han sido 2 más. Son muy pocas las oportunidades de gozar así. Suena superficial, pero creo que tengo el derecho de querer disfrutar con quien quiero.
No soy de las que se acuestan con cualquiera, ni cada finde, más bien soy muy selectiva, pero seleccionó mucho primero por el físico y estilo de vida. No sé, no estoy con los típicos tíos de gym, sino uno con sus músculos normales, cara bonita, que se ducha, ropa informal y bien elegida… No pido mucho. En fin.