Sé que esto puede parecer un sketch de la hora chanante, pero os juro que es mi triste realidad. Mi todavía marido es un maldito agonías. Cada vez que hay un conflicto sale huyendo y luego vuelve con el rabo entre las piernas. Es así desde que le conozco, y cuando lo pienso la culpa es mía por haber tenido un hijo con él, ya que eso ha intensificado los conflictos.
Lo curioso es que nos queremos mucho y lo pasamos genial cuando estamos bien, por eso íbamos tirando. Pero últimamente cuando discutimos él se agobia más y más hasta el punto de que se va a casa de amigos a dormir varios días, y hoy me ha venido con un plan disparatado.
Dice que se quiere separar, pero que podemos seguir viéndonos los fines de semana. Por el niño, y porque en realidad nosotras cuando nos vemos de pascuas a ramos nos va genial. Así que según él podemos hacer nuestra vida por separado de lunes y a viernes y luego juntarnos el fin de semana para hacer cosas con el niño y follar lo que no hemos follado entre semana.
Que se quiere coger un piso para él y que no me preocupe que pagará lo que haga falta.
Yo estoy entre reírme y tirarme de los pelos. ¿A vosotras os parece una situación viable? ¿Está loco o está diciendo algo racional y soy yo que no lo veo?