No entiendo qué les pasa o qué me pasa a mí, que igual es que soy súper mala feminista, pero mi chico me ha regalado un carrito de la compra y yo me he puesto a saltar de alegría porque me he muerto de ilusión. Siempre he querido uno y este tiene de todo, es súper cómodo, tiene bolsa para el congelado, cuatro ruedas giratorias, regulable para tenerlo a la altura perfecta… El carrito de mis sueños, vaya.
Les he pasado una foto a mi grupo de amigas de toda la vida y todas han empezado ‘¿en serio que te ha regalado eso? ¿no se lo has tirado a la cara? tía, pero de qué va’…
Y yo, me he quedado como callada, porque yo es que quería uno, me hace ilusión tenerlo, quería sentirme una SEÑORA y es un cañazo ir al mercadillo y cargar con las bolsas, estoy intentando no coger el coche para todo y me viene estupendo la verdad.
Que se que igual no es el regalo que una se espera para su cumpleaños, pero yo es que sí que lo quería. Dicen que es una declaración de intenciones, que eso no es un regalo bonito…
¿Vosotras que pensáis? ¿Tan mal está su regalo?