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Lo peor de todo es que no es broma.
Mi mejor amiga tuvo un amor de jóvenes de estos que te marcan para siempre, se veían solamente los veranos y tenían un algo especial. No la defiendo ni mucho menos en todo esto, pero quiero que sepáis la verdad como es.
El caso es que él vivía en la otra punta de España, nosotras somos de Alicante y él es de Santander. Cada verano que se veían se liaban, dejaban a sus parejas para poder estar juntos y al final con el paso del tiempo, la universidad, el trabajo y demás, pues él dejó de venir, los dos se metieron en relaciones serias y llevan sin liarse pues más de cinco años. Pero no por falta de ganas.
Mi amiga tiene novio desde hace cuatro años, lo amamos con locura en nuestro grupete y es un sol. Le pidió matrimonio hace más de un año y aún no se han casado por la pandemia.
El caso es que han cogido fecha para casarse en septiembre y anoche en plan de coña le pregunté a mi amiga que qué quería que hiciéramos en la despedida y me dijo que le encantaría pasar una noche con Dani (el de Santander).
La miré ojiplática y me dijo que no la juzgara, que de verdad cree que tiene ahí algo pendiente, que antes de casarse para siempre con el hombre de su vida, le gustaría ‘quitarse la espinita’. Yo le dije que no la juzgaba, que me parecía estupendo y muy lícito, pero que igual se tenía que replantear si realmente se quería casar con su novio.
Me dijo que claro que sí, que jamás lo dejaría por Dani, que con Dani ya estaba demostradísimo que no podía funcionar.
Dejamos ahí la cosa, pero yo no puedo dejar de darle vueltas. No sé si volver a sacar el tema o dejarlo como que no pasó nada. Porque realmente me pregunto si está preparada para casarse, si es algo normal (tener ‘la espinita’) o si debería hacer algo o hablar con ella sobre el tema.
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