Bueno, como no sé por dónde empezar, lo haré por el principio. Hace unos 9 años que rompí con mi novio del instituto después de tres años juntos aproximadamente. (Ya se sabe, el primer amor, ese que nos vuelve locos, nos rompe los esquemas y nos hace creer en cuentos de hadas que no existen) Y digo aproximadamente porque nos tiramos casi un año con idas y venidas. No estábamos juntos, pero hablábamos, quedábamos, nos decíamos lo mucho que nos echábamos de menos, etc. Pero él no quería volver conmigo. (Fui yo quien rompió)
Al final acabé cansándome de la situación y le dije que había conocido a otra persona (mentira) y quería probar, olvidarme de él y rehacer mi vida. Of course, en ese momento, él, que vio como me escapaba de entre sus manos, quiso volver conmigo. Yo no estaba segura (de verdad que me había cansado de todo aquello) pero, como creía que estaba aún megaenamorada y que él era el amor de mi vida (ya se sabe, la fuerza/importancia del primer amor) acabé accediendo y retomamos la relación “oficialmente”. Pero nada, las cosas no cambiaron. (Quiero recalcar que él, no es para nada un mal chico. Solo era algo celoso conmigo y con la mente algo cerrada) Yo quería una relación de verdad, y él seguía negándose a las reuniones familiares, amigos, e incluso viajes. Éramos él y yo, solos, una o dos veces a la semana, con suerte. Y sí, yo tenía veinte años, pero lo quería todo. O todo o nada, joder, que no acabábamos de conocernos. El colmo fue cuando me tuve que ir en agosto dos semanas a la capital por unas prácticas de mañana. Iba a estar sola, en un piso, dos semanas y con mucho tiempo libre. ¿Y él qué hizo? ¿Se vino conmigo, al menos un par de días? Recuperar la magia. Romanticismo. Ver qué tal. Pues no. Se fue con su hermano a la playa. Y ya está. Le dije que me había cansado, y rompimos definitivamente.
Al poco tiempo comencé a conocer a un chico. Bueno, ya le conocía (pueblo pequeño, personas en común), pero entonces empezamos a hablar y quedar. Lo que empezó como una amistad acabó en una relación que dura hoy en día. Y cuando mi ex se enteró, ¡bueeeeeno! Lo primero que me dijo fue, literalmente: él no te va a querer como yo (la idea es esa, cariño) y, que creía que aquello había sido otro enfado de los míos, no una ruptura, y pensaba que yo iba a volver, como siempre. Bueno, al final, nada, insultos de corazón despechado y cada uno por su lado. Debo decir que mi novio no es perfecto, porque nadie lo es. Pero él me da todo lo que necesito de una relación, compromiso desde el minuto 1, familia, amigos, planes juntos, y, sobre todo, siento que somos el uno la prioridad del otro.
Hace tres años me escribió mi ex, recogiéndose de una boda, borracho, eran las ocho de la mañana. (Cuanto menos curioso que en una boda te acuerdes de mí, ¿eh?) Me dijo que no me deseaba nada malo, blablabla. Bien. Quedamos en que no había mal rollo entre nosotros. Cada uno su vida. Que podíamos saludarnos si nos cruzábamos y que nos deseábamos lo mejor. Desde ese momento, comenzó a ver mis stories en Instagram con total tranquilidad (no nos seguimos) e, incluso, me mandaba algún mensaje “por error” que yo no contesté. Hasta que llegó la pandemia. Y volvimos a hablar. En esa ocasión la culpable fui yo. Me vino a la cabeza si estaría bien. Y de una conversación fugaz de “¿Estas bien? Tened mucho cuidado” pasó a ser conversaciones de días y días contándonos nuestra vida. Sin ningún afán de nada, que conste, yo tengo pareja, y a día de hoy, él también. Incluso viven juntos. Después de dos semanas así le comenté que creía que no debíamos seguir hablando tan continuo y quedamos en felicitarnos por nuestros cumpleaños si eso, y poco más. Es decir, dos conocidos/amigos.
En diciembre, me felicitó la navidad. Desde entonces estamos hablando esporádicamente, una vez a la semana al menos. Siempre empieza él la conversación. Incluso hablamos de nuestras parejas en plan “pues yo fui a cenar el otro día con X a tal sitio y …”.
Hace poco, mientras su novia estaba de viaje de trabajo, me habló para decirme que yo era el amor de su vida, que quería mucho a su novia y estaba mal que me dijera eso, pero que conmigo no tenía dudas (ya te digo yo que sí las tuvo). Empezó a alabar todas esas cosas de mí que durante nuestra relación pensaba que detestaba (como que me arreglara mucho cuando quedábamos), a recordar momentos que yo había olvidado por completo, a… no sé. Me dio la sensación de que él aún sentía algo. O, al menos, había decidido guardar con mucho cariño los mejores recuerdos y olvidar los malos (yo tampoco fui la mejor novia del mundo, lo reconozco). Y que me tenía aún muy presente en su vida. Llegó a decirme que no ha pasado ni un solo día sin pensar en mi desde que lo dejamos oficialmente… Cuando lo dejamos, él lo pasó mal. Me lo reconoció. Le costó mucho rehacer su vida. Y sabe que fue el culpable de la ruptura, es consciente de esas cosas que no me dio. Llegó a decirme que a día de hoy sí me las daría, pero ya es tarde.
Llevará unos tres años con la chica con la que está viviendo, ni una foto juntos tienen. (Que no es lo más importante, pero me parece curioso que la guarde tan bien. Conmigo tenía muchas. Incluso aún tiene alguna.) Cuando me escribió al recogerse de la boda, ya salía con ella. No la ha traído a conocer su pueblo natal, pero él, continuamente viene a estar con su familia (vive en la capital, con ella, por temas de trabajo) e, incluso, me dice que le encantaría quedarse aquí y no irse más. La mayoría del tiempo me transmite que no es feliz, que quiere huir… pero no puede, claro. Y vamos, que me está rallando. Me agrada hablar con él ya que fue alguien importante para mí y le guardo mucho cariño, pero me vuelve loca, me da miedo esta situación y no sé qué hacer. Si directamente decirle que no podemos seguir hablando, o qué. Yo le intento cortar cuando me dice ese tipo de cosas, pero las acaba retomando no sé ni cómo. Le dejo en visto muchas veces, pero al rato me vuelve con otra cosa. A veces no sé si en realidad se está burlando de mí. Jugando. No sé qué se le pasa por la cabeza, de verdad. Y no sé cómo acabar con esto sin herir sus sentimientos o sin que “volvamos a odiarnos” como antes.
Y reconozco que me da mucha rabia. Me cabrea que me diga ese tipo de cosas, cuando, si él hubiese sido diferente hace años, aún estaríamos juntos. No estoy enamorada de él, tengo clarísimo a quién quiero a mi lado, y es, precisamente, a la persona que tengo, pero joder, todos tenemos a esa persona especial que nos vuelve locos y nos atrae continuamente hasta el preicipio.
Entonces, ¿qué? ¿me tiro ya por un puente?