A mi me parece que son historias de juventud que hay que vivir en años de juventud. Los veintipocos son años de experimentar. Y que nadie me malinterprete, se puede experimentar a todas las edades pero cuando uno sale de la adolescencia está que se va a comer el mundo, son unos años maravillosos, esa juventud en la que uno ya ni siquiera es universitario y se cree super adulto y vive las cosas con una intensidad maravillosa.
Estás viviendo, adquiriendo experiencias y todas estas vivencias te ayudarán a darte cuenta de que este tipo de capullos que ahora te enganchan tanto, en unos años (si todo va bien) los vas a querer bien lejos.
Básicamente tú vives enganchada a este tío, te enganchaste a él, él te eligió por encima de su pareja de entonces (qué afortunada fuiste, eh) pero en realidad sabes que es un tío del que no te puedes fiar. Él te tiene enganchada con el sexo y él sabe que eres su comodín. Estáis super agusto juntos y vivis las cosas con una intensidad que se te caen las bragas, pero en el fondo sabes perfectamente que ese tío es un cabrón y a ti te gustaría que él cambiase y que fuera un tío reformado en el que se puede confiar, pero no lo es. Tu error fue «conformarte» con tu pareja con la que estás ahora. En lugar de intentar encontrar esa intensidad y todas esas emociones con una pareja guay, te conformaste con un tío que te cuadraba pero del que no estabas tan enamorada (al menos no tanto como para olvidarte de tu ex).
En conclusión: estos dramas típicos de la edad juvenil están bien para la edad juvenil. No te fustigues. Deja a tu pareja (porque estás siendo una hija de puta infiel con él), dejalo libre para que pueda conocer a alguien que le sea fiel y no le engañe. Y tú sigue tu vida y sé feliz.